Este martes, sobre el final de la tarde, el Jefe Departamental, Comisionado José Antonio Raggio, puso en funciones al nuevo Jefe Distrital de la Policía de San Pedro.
El elegido es el Inspector Roberto Gabín, quien se desempeñara como titular de la policía en Pergamino y segundo jefe en Ramallo durante el último año y también fue titular de la Comisaría 1ª y Subjefe Distrital en Luján. El funcionario policial es oriundo de la ciudad de Salto.
La ceremonia se realizó en la Comisaría local, con la presencia de representantes de diversas áreas y de la Municipalidad de San Pedro.
En la actualidad, Gabín ocupaba el cargo de Jefe de Turno en la Departamental San Nicolás.
Su designación en Ramallo originó un pedido de informes en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, en la que se recuerda que Gabín fue trasladado a esa ciudad luego de que se produjeran en Pergamino el desbaratamiento de la organización delictiva dedicada a la explotación de la prostitución que funcionaba en el local Spartakus de la ciudad de Pergamino. La posible complicidad y protección policial fueron elementos tenidos en cuenta en la investigación en ese momento.
El sonado caso surgió a la luz pública cuando por orden de un Juez Misionero la Policía Federal allanó el prostíbulo ubicado en Pergamino (cerca de la intersección de las Rutas 8 y 188). Allí encontraron varias menores de origen paraguayo que trabajaban en el sitio. La denuncia había sido presentada por una joven que escapó. Poco tiempo después el prostíbulo clausurado fue quemado.
Gabín tuvo a lo largo de su carrera una alta exposición en los medios. Era el titular de la policía de Luján cuando se produjo el accidente que le costó la vida a Norberto “Pappo” Napolitano (febrero 2005), debió echar a tres efectivos porque salieron a bailar con una detenida en Pergamino (agosto de 2006), participó de la investigación por la muerte de un chico de 3 años en el cuestionado zoológico de Luján (septiembre de 2005), debió afrontar los primeros “ejércitos” privados que custodiaban countries en el 2003 y la ola de inseguridad rural en Salto, en 2002.