La policía local realizó ayer, sobre el final de la tarde, en Liniers y La Laguna, un allanamiento ante denuncias de vecinos sobre un presunto desarmadero de motos robadas.
El capitán Pedro Biaín informó que el procedimiento dio resultados negativos, aunque reconoció que la orden de allanamiento solicitada demoró más de dos días en llegar.
“El dato a partir de testimonios era que allí se desarmaban las motos, que las robadas eran llevadas allí, se desarmaban y vendían por piezas” indicó Biaín.
El titular de la comisaría informó que uno de los nuevos métodos utilizados por los ladrones es robar las motos y luego pedir un “rescate” de hasta 500 pesos.