Una persecución de características inéditas para nuestra ciudad, que pudo terminar con consecuencias graves, se produjo poco antes de las 2 de la madrugada de hoy.
Un control policial ubicado en Mitre y Saavedra, advirtió que una camioneta Ranchero que circulaba por la arteria principal comenzó a circular marcha atrás, a fin de evitar el operativo. Al llegar a la esquina de calle San Martín, el conductor se dirigió hacia Pellegrini, para escapar a los efectivos.
El capitán Pedro Biaín, titular de la comisaría local, informó que uno de los policías, a bordo de un móvil del Servicio Preventivo Municipal (conducido por un inspector) comenzó a perseguir al sospechoso, a fin de comprobar cual era el motivo de su actitud.
En el semáforo de Pellegrini y Las Heras, el móvil de control se ubicó detrás de la camioneta y le advirtió que detuviera su marcha, a lo que el conductor respondió dándose nuevamente a la fuga y pasando el semáforo en rojo. En Pellegrini y 3 de Febrero, en donde se encuentra otro semáforo, el policía descendió de la patrulla y se ubicó frente a la camioneta, para requerir los datos del infractor. En esta ocasión el conductor intentó atropellar al efectivo, que pudo correrse a tiempo.
La persecución continuó por diversas calles de la ciudad, y el policía efectuó tres disparos a los neumáticos de la camioneta, logrando dar uno de ellos en el blanco. El raíd se detuvo en la vivienda del joven, en Petrona Simonino al 400, en donde el conductor descendió.
El nuevo intento por tomar los datos del conductor chocó esta vez con la airada reacción de sus familiares, que comenzaron a salir de la vivienda, profiriendo insultos. Como corolario del insólito hecho, el perseguido (luego identificado como Angel Cortés, de 19 años) sufrió una crisis nerviosa, con lo que tuvo que ser trasladado al Hospital Subzonal, en donde se recuperó favorablemente. El hecho se investiga bajo la carátula de “Resistencia a la autoridad” y tomó intervención la División de Asuntos Internos de la Policía de la provincia de Buenos Aires, para corroborar los dichos del efectivo interviniente.