Inspección General realizó en la noche del viernes sus habituales recorridos por los boliches bailables de la ciudad para constatar el nivel de ruidos molestos y las condiciones de seguridad.
La única irregularidad fue detectada en el local Club Zero, situado en calle Pellegrini, durante el primer control de la noche, a la 1,20 de la madrugada del sábado.
De acuerdo al parte firmado por los inspectores Nicolás Cava y Rodolfo González, la puerta del boliche se encontraba cerrada con candado, por lo que el propietario, Federico Alzogaray, fue intimado a regularizar la situación en forma inmediata.
El segundo control, efectuado alrededor de las 3 de la mañana, permitió corroborar que las salidas de emergencia se hallaban en “óptimas condiciones” según lo expresado en el informe dado a conocer por el área que conduce Domingo Bronce.