Una multitud se reunió anoche en el camping ACTUR para disfrutar del recital de La Renga, que tocó por alrededor de dos horas y media.
Fanáticos llegados de distintos puntos de la Argentina, países limítrofes y Centroamérica cantaron y bailaron cada una de las canciones de la banda de rock más convocante de nuestro país.
Cientos de micros llegaron a San Pedro desde la mañana. Algunos fueron contratados en forma particular por grupos de fans, que permanecieron estacionados en la zona de la costanera. En tanto, la empresa Chevallier reforzó sus servicios para colaborar con el evento.
La ciudad estuvo colmada por miles de personas que esperaban la apertura de las puertas de acceso al recital. Muchos descansaron en la Plaza de la Amistad, la base de las barrancas, los
campings y en la costanera.
El ingreso se permitió alrededor de las 18, momento desde el cual se fue llenando poco a poco ACTUR.
Las bandas soportes actuaron en el horario previsto: “La Naranja” subió al escenario a las 19, brindando un show aclamado por los fanáticos (son los teloneros habituales de La Renga) y el ex Vox Dei Ricardo Soulé y su banda “La bestia emplumada", actuó a las 19.30. En la última canción de Soulé estuvo la primera so
rpresa de la tarde-noche, cuando "Chizzo" subió al escenario para acompañarlo y expresar su agradecimien-to en nombre de la historia del rock nacional.
La Renga comenzó el show minutos antes de las 22 y actuó durante más de dos horas y media, incluidos los bises, en medio de una ola de personas que hizo vibrar la playa del balneario.
El recital comenzó con el clásico "Panic show", con el que la multitud, que a esa hora superaba largamente las estimaciones de 25 mil personas para acercarse a las 30 mil, inició un gigantesco pogo con el que, literalmente, el piso se movió.
Tras un breve repaso de canciones de Vox Dei que incluyó a Soul
é, esta vez como invitado, el intervalo dio paso a los bises, que se desataron a partir de "El revelde" y que incluyeron uno de los puntos más altos de la noche con "La razón que te demora".
Quejas
Si bien no se produjeron problemas de importancia, algunos vecinos de San Pedro se quejaron por el desorden que quedó en la vía pública antes y después del recital. Decenas de botellas vacías y restos de comida desparramados por la calle provocaron malestar, sobre todo en inmediaciones de la Avenida 11 de Septiembre.
Durante la tarde, hubo quienes realizaron asado sobre las barrancas y otros que rompieron un alambrado del camping Mansa Life para lograr ingresar, debido a la falta de lugar donde acampar.