La Dirección de Servicios Sanitarios e Inspección General decidieron interrumpir el tránsito hasta el lunes en la intersección de las calles Rivadavia y Oliveira Cezar. El motivo es la apertura de un bache de alrededor de un metro cuadrado que dejó al descubierto un pozo de importantes dimensiones debajo del pavimento.
El riesgo de que se produzcan accidentes ante el paso de vehículos de gran porte y la imposibilidad de solucionar el problema durante el fin de semana obligó al corte de las dos calles.
Martín Noseda, Director de Servicios Sanitarios, informó que para solucionar el problema deberán quitar por completo el pavimento en esa bocacalle (10 metros por 8) y trabajar durante varios días.
La primera parte del trabajo será el rellenado con tosca para una posterior compactación del suelo, para luego repavimentar.
También se produjeron inconvenientes en Ruta 1001 a la altura de la estación de verificación de vehículos. Ayer, una cuadrilla de Servicios Sanitarios tapó un pozo que se abrió en el pavimento, aunque una tormenta que se desató minutos más tarde provocó que el bache se reabriera. Señales de precaución fueron colocadas en el lugar hasta tanto pueda solucionarse el problema en forma definitiva.