Ensayos gestionados por el Grupo Conservacionista de Fósiles lograron confirmar que el objeto adherido a la madera perteneciente a una nave hundida durante la Batalla de Obligado, y que fuera hallada recientemente por la familia Puig, es un cañón de pequeño calibre.
Los ensayos, realizados en un laboratorio de Capital por el Tecnico y Analista Ambiental, Sr. Mariano Alderete, detreminaron la presencia de residuos de azufre en la muestra extraída del interior del cañoncito.
Estudios de microextracción en fase solida, cromatografía gaseosa y espectrometría de masas determinaron que subsisten residuos de azufre, uno de los compuestos de la pólvora negra que disparaba el arma.
El azufre, por ser poco soluble en agua y haber quedado encerrado en el caño, subsistió al paso de los 163 años que nos separan del combate.