Quería comprar un Mercedes Benz. Puede haber autos más caros y mejores, pero ¡un Mercedes es un Mercedes!
Dinero para hacerlo no le faltaba, pero el ofrecimiento de adquirir uno de los que se importan para discapacitados le pareció excelente. (...)
Al poco tiempo se juntó con un "prohombre intachable" como Rodolfo Galimberti y se pusieron a juntar dinero para la Fundación “Felices los Niños”, (que, con el tiempo, pasaría a llamarse “Fellatio los Niños”) del Padre Grassi. (...)
Al tiempo se peleó con su pareja enviándole un cenicero de vidrio que, a 300 km. por hora, se dirigió raudo hacia el entrecejo del destinatario. (...)
Mientras tanto pide la pena de muerte frente a los micrófonos porque, ¡Vea, …acá ya no se puede vivir con tanto delincuente suelto!