(...) Las dos situaciones, el acto de De Narváez y la charla de Valko, se enmarcan en un mismo contexto pero desde visiones muy diferentes: mientras uno hablaba de la propiedad, el campo y la posibilidad de recuperar el poder adquisitivo de un sector bien definido, otro conversaba sobre la necesidad de recuperar la memoria y abrir fronteras para no olvidar al otro. Mientras uno caminaba por las calles céntricas intentando conocer la “realidad” de San Pedro y rodeado de personas que a su vez impedían el acercamiento, otro hablaba de contacto, de unión y de intercambio: de hecho, dos indígenas cerraron la charla expresando su situación actual (...)