Dos hechos de ebriedad y desorden de similares características, ambos con una posterior resistencia a la autoridad, se produjeron entre la noche del sábado y la madrugada del domingo.
El primero de ellos tuvo lugar en Ruffa y Hermano Indio, poco antes de las 21 del sábado, cuando los vecinos dieron aviso a la policía de la presencia de un hombre que estaba ocasionando disturbios en la vía pública. Al arribar el personal policial, el revoltoso intentó darse a la fuga, aunque finalmente fue atrapado por una patrulla que colaboraba con el procedimiento.
En la comisaría, el detenido (quien se encontraba en estado de ebriedad) golpeó a los efectivos policiales que lo trasladaban con golpes de puño y patadas. Una vez reducido, fue alojado en los calabozos y puesto a disposición de la Justicia.
El otro episodio se produjo a las 4.30, a la salida del baile que se realizaba en el club Independencia, en Ayacucho y Combate de Obligado, cuando fue detenido un joven ebrio que molestaba a los transeúntes. El aprehendido se resistió a su traslado a la comisaría, y en el forcejeo con los uniformados lesionó a uno de ellos con un violento puntapié en una de sus piernas.
En ambos casos se iniciaron causas judiciales por ebriedad, desorden, resistencia a la autoridad y lesiones leves.