El gobierno de la provincia de Buenos Aires podría imitar la medida que ya se aplica en San Pedro, y adelantar el cierre de los boliches bailables de todo el territorio.
Así lo adelantó el gobernador Daniel Scioli, quien inició el miércoles una ronda de consulta con intendentes para fijar una medida “uniforme”, y hacer frente a consumo excesivo de alcohol en los jóvenes.
“Estamos analizando cómo articulamos con los municipios los controles apelando a la responsabilidad de los empresarios, las estaciones de servicio, los kioscos , los boliches”, explicó Scioli y detalló que el fin de semana la Subsecretaría de Atención a las Adicciones realizará los primeros controles tendientes a limitar la venta de alcohol.
Entre la batería de medidas también está la fijación de un tope horario a los boliches y los comercios que expenden bebidas alcohólicas, aunque Scioli remarcó que debe tratarse de una política “integral”.
El abuso en el consumo de alcohol fue uno de los temas que los obispos plantearon al Gobernador en la reunión de la semana pasada. Fue el arzobispo platense, Héctor Aguer, quien en ese encuentro se refirió a los boliches como “centros de perdición” y mencionó como una posibilidad la polémica “ley seca” que fijó Eduardo Duhalde durante su paso por la Gobernación. La medida, dispuesta por decreto en 1996, obligaba a las discos a cerrar a las 3 y a los bares a cerrar media hora después. Además prohibía la venta, expendio y suministro de bebidas alcohólicas desde las 23 hasta las 8 del otro día en kioscos, poli rubros y estaciones de servicios. En los boliches era sólo hasta las 2.30.