Un importante descubrimiento arqueológico salió a la luz en los últimos días, gracias a la voluntad de una familia de Río Tala, que cedió al Museo Paleontológico restos de alfarería indígena de una compleja ornamentación.
Las piezas, unas 26 en total, fueron recuperadas por el Sr. Héctor Jorge Ortiz, actualmente fallecido, en diferentes jornadas de pesca en el Arroyo “El Tala”, a pocos kilómetros de su desembocadura en el riacho Baradero.
El hombre, en sus caminatas por el lugar, descubrió un punto donde una comunidad de nativos supo tener un campamento de caza en la zona.
Hace unos días su esposa, Sra. Luisa Ester Ratine, junto a su nieto, el joven Juan Cruz Roa, acercaron las piezas de cerámica al Museo Paleontológico para su estudio y deposición.
Las observaciones realizadas por el Grupo Conservacionista de Fósiles permiten sugerir que las piezas de alfarería descubiertas en Río Tala corresponderían a la modalidad decorativa denominada “Lechiguanas”, una de las más tempranas del Delta del Paraná.
Los comienzos de esta modalidad decorativa han sido calculados, por algunos investigadores, entre el 600 y el 800 antes de Cristo.