Después de seis horas de ardua discusión, el gobierno bonaerense y la Mesa Agropecuaria Provincial arribaron hoy a un principio de acuerdo para moderar el aumento al impuesto Inmobiliario Rural, tras el rechazo al incremento que se incorporó en la Ley de Reforma Impositiva.
Según pudo confirmar el portal lanacion.com, las cuatro entidades del agro que conforman la Mesa -SRA, FAA, Carbap y Coninagro - acordaron con la Agencia de Recaudación (Arba) que el tributo que se aplicará por zonas tendrá un tope de aumento máximo del 39% (oscilará entre un 20% y el 39%), pero no aplicable sobre el revalúo de las tierras de 2005, sino del anterior, de 2003.
Además, según informaron desde una de las entidades, habrá doce partidos exentos del alza debido a la emergencia agropecuaria por la sequía que vivió el campo en los últimos meses.
Por otro lado, la propuesta elaborada por los técnicos de ARBA, aceptada por el campo y que ahora deberá ser refrendada por el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, eliminará el polémico artículo 26 de la reforma que gravaba las transacciones portuarias.
"No es lo que nosotros anhelábamos", dijo el titular de Carbap, Pedro Apaolaza, quien destacó, sin embargo, la importancia de haber llegado a un acuerdo y de la posibilidad de debate que brindó el gobierno provincial.
En Coninagro, hablaron de una negociación "con una espada de Damocles en la cabeza de los productores", en referencia a la situación de desventaja.
El titular de ARBA, Rafael Perelmiter, que tuvo a cargo las negociaciones, agregó que "la Provincia, con esta modificación ha resignado recaudación: "De 170 millones de pesos bajamos a 155 millones, y si se afecta el artículo 26 -que tributa la carga y descarga en puertos- vamos a bajar aún más, alrededor de 500 millones, que no es poco".
Además, dijo que que "la Mesa Agropecuaria Provincial quedó convocada para, en lo que resta del año y durante el 2010, buscar consensos para modificar la estructura del impuesto bajo parámetros equitativos sin afectar la productividad y asegurando la recaudación fiscal".
Detalles del consenso.
Mario Raiteri, dirigente de Coninagro, explicó que la modificación "implica dividir la provincia en 5 zonas (A, B, C, D, E) y allí aplicar un incremento promedio del 35 por ciento".
"También hemos llegado a algunos puntos de coincidencia que tienen que ver con clarificar qué es lo qué se va a gravar y qué no", señaló Raiteri, quien explicó que "ya se acordó que las construcciones para la producción, es decir casas, galpones, mangas, establos, entre otros, con un valor por debajo de los 100 mil pesos, no pagarán impuestos, mientras que los que estén por encima de ese valor sí tributarán".
Raiteri se quejó de que "fue una negociación que se dio con la espada de Damocles sobre la cabeza de los productores". "Se negoció desde una posición de desventaja lo mejor que se pudo", afirmó.
Descontento en la FAA. Por otra parte, el diputado electo por el PRO y dirigente de Federación Agraria, Jorge Solmi, explicó la disidencia de la entidad. "Hicimos el esfuerzo de contribuir con un 20 por ciento pero desafortunadamente no hemos logrado consensuar en esa cifra", dijo, en alusión a lo que la entidad ofrecía. "Hay una situación crítica en la producción nacional a raíz de cuestiones climatológicas y políticas, esta temporada, vamos a tener la misma cantidad de trigo que se tenía hace mas de cien años atrás, muy poco maíz, una pérdida de cuatro millones de terneros y una sequía estrepitosa y veíamos que no estaban dadas las condiciones para un aumento", analizó.
Fuera de esta observación, señaló: "Hemos acordado transitar hacia un sistema tributario que les permita a los productores afrontar los impuestos en base a su capacidad de pago y no en base a la tenencia de la tierra, poseer la tierra no significa capacidad contributiva".
[Fuente: lanación.com]