Fernando Tauber fue declarado ciudadano ilustre de San Pedro

El intendente Cecilio Salazar encabezó este martes un emotivo acto en el que se declaró a Fernando Tauber Ciudadano Ilustre de San Pedro. La ceremonia, que se llevó a cabo en el Salón Dorado del Honorable Concejo Deliberante, contó con la presencia de familiares, amigos, autoridades municipales y el presidente del HCD, Pablo Vlaeminck. En su discurso, el intendente Salazar destacó la trayectoria académica de Tauber y su compromiso con la educación pública. "Fernando es un orgullo para nuestra ciudad. Su dedicación a la educación y su lucha por una universidad pública y de calidad son un ejemplo para todos nosotros", expresó Salazar.

El Intendente y el coaching ontológico

El designado Director de Deportes de la Municipalidad de San Pedro, Dalmy Butti, reconoció en su entrevista con el programa “La Mañana de APA” que había antes de ser convocado para esa función estaba trabajando en un “coaching ontológico” con el flamante Intendente Pablo Guacone.
Esta es la primera vez que se conoce que un Intendente, antes de asumir sus funciones, adquiere conocimientos sobre manejo de grupo a través de una capacitación especializada.
El coaching ontológico es una disciplina profesional emergente de asistencia a las personas (individuales o grupales) para que ellas puedan conseguir resultados que, sin la intervención de un coach, no podrían lograr por si solas.
El coaching nace de una base filosófica y científica a partir de trabajos de Heidegger, Austin, Searle, Flores, Spinoza y Maturana, entre otros filósofos y pensadores.
Los aportes constructivistas a la filosofía del lenguaje han sentado las bases del "coaching ontológico" (literalmente "entrenamiento del ser para su re-diseño"), que considera al lenguaje como un determinante fundamental de nuestro ser y hacer.
El coaching también ha recibido una importante influencia desde la psicología del deporte a través del trabajo de Timothy Gallwey, quien desarrolló una metodología de entrenamiento denominada "The inner game" (el juego interior).
Así, sobre estas bases filosóficas y metodológicas, desde la década del '80, el coaching se ha difundido mundialmente como profesión, adquiriendo una identidad propia y las áreas de incumbencia que hoy conocemos: life coaching (coaching personal), executive coaching (coaching ejecutivo) y corporate coaching (coaching organizational o business coaching).
“Los seres humanos obtenemos resultados (dominio del tener) dependiendo de las acciones que tomamos (dominio del hacer). Y las acciones que tomamos están íntimamente relacionadas con la manera en que nos observamos a nosotros mismos y observamos el mundo (dominio del ser)” indica uno de los textos básicos sobre el tema.
El coaching trabaja fundamentalmente en el dominio del ser, produciendo cambios en el tipo de observador que es la persona.
Una vez estos cambios fueron hechos en la persona (por ella misma), su perspectiva se amplía, se convierte en un observador diferente y tiene acceso a tomar acciones diferentes, logrando resultados nunca antes alcanzados por ella. Se produce un cambio ontológico en la persona y sus paradigmas, sus patrones de interpretación y análisis de las cosas.
La función del coach es la de asistir a la persona en lograr los resultados declarados por ella y el resultado del coach se ve en los resultados de esta persona. Para eso el coach utiliza el lenguaje (verbal y corporal) como base para su trabajo. El hablar y escuchar del coach son un factor determinante en la relación entre ambos y en la efectividad para los logros de la persona.
El coach debe tener la capacidad de diseñar conversaciones que abran a la persona nuevos accesos para tomar acciones comprometidas que ayuden al logro de los resultados. La relación y la confianza son lo más importante en cualquier interacción de coaching. El coaching no enseña, dirige ni aconseja. Esta es la principal diferencia con otras disciplinas, donde se prioriza la transmisión de conocimiento.