Otra excelente jornada para la delegación sampedrina en los Bonaerenses

El tercer día de competencias en los Juegos Bonaerenses 2024 se desarrolló este jueves en la ciudad de Mar del Plata y la delegación sampedrina continúa destacándose con nuevas medallas y múltiples clasificaciones a semifinales. En atletismo, Wendy Bedeti obtuvo una medalla de oro en lanzamiento de bala (Categoría Motor 57 Sub-15), sumando un logro más al medallero. Candela Basaldúa brilló en la final de 400 metros, logrando la medalla de plata y estableciendo su mejor marca con 57"31. También destacaron Naara Lezcano con una medalla de plata en lucha libre y Brandon Gorordo, quien alcanzó la plata en taekwondo. En la misma disciplina, Pía Pacheco, Martina Borda y Agostino Fernández lograron medallas de bronce.

Conmemoración y homenaje a las víctimas de la Masacre de Napalpí

Tendrá lugar hoy, en la Cooperativa Canaletas, un homenaje a los caídos en la cruenta matanza conocida como “La Masacre de Napalpí” ocurrida el 19 de julio de 1924.
En el episodio murieron cientos de indígenas y cosecheros de Corrientes, Santiago del Estero y Formosa.
La conmemoración, que se realiza por primera vez en la provincia de Buenos Aires, reunirá a representantes de comunidades aborígenes de varios puntos del país, comenzando al atardecer para mantener la vigilia hasta el alba.
Los aborígenes de la reducción de Napalpí, de la etnia qom, se dedicaban al cultivo de algodón y estacionalmente al cuidado de las haciendas de los colonos de estancias vecinas.
En 1924 las autoridades de la reducción dispusieron que los indígenas debían entregarles el 15% de su producción de algodón. Esta quita compulsiva provocó gran descontento entre los habitantes.
A ello, se le sumó cierto grado de efervescencia popular producido por el resurgimiento en las comunidades de prácticas chamánicas asociadas con un cierto mesianismo. Aparecieron líderes indígenas que aseguraban que los dioses volverían a la Tierra y les devolverían la vida a los indios que habían sido «mal muertos por los blancos».
Empezaron a producirse enfrentamientos en los que grupos de indígenas comenzaron a matar animales y saquear granjas de los colonos. En junio un chamán llamado Sorai fue muerto por la policía en un confuso episodio y poco tiempo después, probablemente en venganza, un colono francés fue muerto por los indígenas. El gobernador del Chaco, Fernando Centeno, inició los preparativos para una feroz y brutal represión.
El día 19 de julio de 1924 muy temprano, un grupo de unos 130 hombres, entre policías, estancieros y civiles blancos de la zona, fuertemente armados con fusiles Winchester y Mauser, rodearon el campamento donde se habían reunidos los indígenas alzados que, armados tan sólo con palos, bailaban en una fiesta religiosa organizada por los chamanes en la zona del Aguará, un área considerada sagrada por los qom ubicada dentro de los límites de la colonia. Convencidos de que los dioses los protegerían de las armas de fuego de los hombres blancos no pudieron ofrecer resistencia a los disparos dirigidos al campamento durante cuarenta minutos. Luego los blancos entraron al mismo para rematar a machetazos a los indígenas que quedaban, muchos moribundos, incluidos mujeres y niños.