Ricardo Echagüe, especialista en venta y reparación de registradoras fiscales, confirmó que en los últimos tiempos se registraron reiterados robos de esas cajas en comercios de la ciudad.
“Somos dos personas las encargadas de este tema, ya que también está Armelini que se dedica a esta actividad, y puedo afirmar que hay muchos robos” indicó.
“Yo supongo que el ladrón que se lleva una caja registradora fiscal no sabe que no sirve para otra persona que no sea el dueño, porque lleva una memoria con sus datos” indicó el profesional.
El costo aproximado de las registradoras fiscales es de 3.500 pesos.
Desde hace años existen sistemas obligatorios de controladores fiscales, que son microchips inviolables que se agregan a los puestos de venta, o bien puestos de venta enteramente homologados que tienen la característica de registrar las transacciones efectuadas, que pueden ser revisadas en cualquier momento por los inspectores fiscales.