No tengo por costumbre contestar comentarios aparecidos en este blog a partir de artículos de mi autoría.
Y no la tengo porque me parece improcedente. Quienes hacemos periodismo no somos dueños de ninguna verdad, somos tipos comunes y corrientes que trabajamos de juntar datos, interpretarlos y difundirlos.
Obviamente esta tarea lleva a la arbitrariedad. Todo recorte de la realidad es arbitrario, pero se hace a partir de la buena leche. Vale decir, tengo mi pensamiento a partir de lo que he aprendido a través de los años y, con esos datos, creo en mi mente una idea de cómo deben ser las cosas.
Esas cosas suelen ser complejas y no hay una sola forma de explicarlas, de ahí que existan tantas visiones sobre algo en particular, como personas la estén abordando (...)