Ayer miércoles debí viajar a Buenos Aires por una boludez que no viene al caso.
Como tenía que estar muy poco tiempo aproveché y me volví en tren.
El ferrocarril es algo que me toca de cerca porque, gracias a él, pude estudiar a principios de los 80 y tenía ganas de volver, después de más de 25 años, a vivir la experiencia de viajar en tren.
En esos años pude ver, además, la gran cantidad de gente que dependía en lo laboral del FFCC, desde los que llevaban escobas a toda la región (San Pedro tenía una industria escobera muy importante) hasta quienes trabajaban en muchas empresas de ciudades vecinas, viajantes y comisionistas.
En los 90 llegan los negociados al poder, de la mano de Carlos Menem, y las empresas públicas pasan a poder de los amigos.