El Tribunal en lo Criminal Nº 1 condenó a un hombre a ocho años de prisión por encontrarlo “autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por el guardador de la víctima, aprovechándose de la situación de convivencia”.
Los doctores María Belén Ocariz, Laura Fernández y Cristian Eduardo Ramos consideraron que los elementos incluidos en la causa son probatorios del delito, cometido en forma reiterada durante cuatro años. La Dra. Gabriela Ates fue la Fiscal de Juicio interviniente en la causa.
De acuerdo a lo incluido en la sentencia, y aunque no pueden precisarse fechas exactas, entre los años 2004 y 2008, el sujeto luego condenado (cuya identidad preservamos por el vínculo con la menor) aprovechó la situación de convivencia con la joven hija de su pareja.
El sujeto abusó sexualmente en distintas oportunidades de la víctima desde que tenía trece o catorce años y hasta que tuvo 17 “no pudiendo consentir la menor libremente los abusos a los que fue sometida pues padecía de una oligofrenia moderada”. Como producto del abuso, la víctima tuvo un hijo, que incluso lleva el apellido del abusador.
El delito fue perpetrado en domicilios que compartía la pareja en Gobernador Castro. El hecho fue descubierto cuando la policía investigaba un robo en un campo de Espinillo. La familia vivía en un galpón, y al identificar a la menor, ésta se presenta con un niño de diez meses, al que presenta como hijo de su padrastro.