Recuperan dos motocicletas robadas

Dos operativos se desarrollaron este jueves, permitiendo la recuperación de motocicletas robadas.  El primero de ellos terminó con la aprehensión de una menor de 16 años en Boulevard Moreno, entre Sargento Selada y Manuel Iglesias. 

Encontraron la pelvis fosilizada de un camello prehistórico en Campo Spósito

Imagen de la pieza obtenida
La pelvis fosilizada de un animal similar al camello, que data de alrededor de dos millones de años, fue halladas por el equipo del Grupo Conservacionista de Fósiles.
El pequeño fragmento de hueso fosilizado afloraba de los sedimentos del antiguo lecho de río que hace miles de años corrió por Campo Spósito, un lugar ubicado en la zona llamada “Bajo del Tala, en las afueras de San Pedro.
El hueso estaba semioculto por las gramillas y las rocas, de donde fue extraído. Se trata de una pelvis de gran tamaño que superaba los 70 cm de ancho con algo más de 50 cm de altura.
Una detenida revisión de la pieza, luego de quedar expuesta, reveló que presentaba numerosas fracturas producidas por la erosión sufrida durante su fosilización. Debido a la fragilidad que presentaba se recurrió a la técnica de enyesado que consiste en recubrir el fósil con mallas de algodón embebidas en yeso líquido que al solidificarse forman una dura coraza que permite transportar el material hasta el lugar de restauración. De esta forma la pelvis llegó al Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres” luego de atravesar los 8 km que lo separan del lugar del descubrimiento.
Momento de la extracción
Luego del sellado de grietas, reparación de fracturas y el endurecimiento general con masilla plástica del valioso fósil se realizaron las comparaciones y análisis de rutina para tratar de establecer a qué extinto animal había pertenecido el gran hueso.
El equipo del Museo encaminó su atención a un animal de talla y aspecto similares a los de un camello actual, un mamífero autóctono de la llanura pampeana prehistórica que no dejó descendientes luego de desaparecer a principios del Holoceno. Perteneciente al Orden Litopterna (que significa "tobillos simples", ya que a su descubridor le parecieron más sencillos que los de los caballos con quienes los comparó) poseía un cráneo que, por la posición de las fosas nasales, indicaría que tenía una pequeña trompa o prolongación muscular que le habría permitido aferrar los pastos de los que se alimentaba.
Macrauchenia patachonica, tal el nombre científico de este animal, habitó el continente sudamericano en espacios abiertos, con vegetación de sabana. Sus patas poseían tres dedos en cada pie al igual que los tapires actuales. Su cuello era alargado y los huesos de su esqueleto indican que era más robusto y corpulento que un caballo. Los últimos ejemplares de esta curiosa especie se extinguieron tiempo después que el hombre comenzara a poblar el continente sudamericano.
Esta mezcla de camello, caballo y tapir fue uno de los géneros de mamíferos más curioso y característico que habitó la región en los últimos dos millones de años.