Desde el comienzo de la humanidad el hombre ha venido peleando en busca de lo imposible.
Con tenacidad y tozudez, a veces lo consiguió.
La rueda fue un imposible, el volar fue otro, el llegar a los insondables abismos de los océanos fue también otro imposible. Y ni hablar de llegar a la Luna.
Y también hay imposibles que no ha podido vencer aún.
¿Cómo sobreproducir alimentos y que cada vez muera más gente de hambre? Por ejemplo. O ¿Cómo detener la contaminación ambiental y dejar de envenenarnos?
Pero también hay una tercera categoría de “imposibles”, la que se dice que se logró sin haberse logrado. Como la promesa política por ejemplo.