En los próximos meses, la Agencia de Recaudación bonaerense (ARBA) tendrá todo listo para avanzar sobre los productores rurales que evaden impuestos.
Esto es así, ya que los responsables de los emprendimientos deberán informar ante el organismo a cargo de Martín Di Bella las características y las condiciones de explotación de los inmuebles rurales iguales o mayores a 50 hectáreas.
Una vez procesados los datos, el fisco bonaerense evaluará las inconsistencias detectadas en las declaraciones presentadas. Para ello, confrontará la información relevada contra el padrón de contribuyentes del Impuesto sobre los Ingresos Brutos y el Inmobiliario Rural.
Para nutrirse de información clave, ARBA utiliza imágenes satelitales a fin de advertir diferencias significativas y terrenos sin declarar. A través del empleo de la nueva tecnología, el fisco bonaerense puede conocer la producción obtenida en cada parcela de la Provincia, y con cruces de datos estimar las ganancias logradas en cada campaña.
Ante el incumplimiento, los responsables deberán soportar multas de hasta $45.000 en el caso de tratarse de terrenos con una extensión superior a 1.000 hectáreas.
Marcelo Domínguez, coordinador de la Comisión Tributaria de la Federación Argentina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas (Facpce), explicó cómo se lleva adelante dicho control:
• El fisco bonaerense puede tomar como evidencia del ejercicio de actividad gravada, "la detección, mediante mecanismos tecnológicos, de volúmenes de producción o comercialización en inmuebles".
• Para estimar los ingresos gravados, ARBA podrá contrastar la base imponible determinada conforme a la presunción legal -producción o comercialización detectada por precio conocido u obtenido-, con la base imponible declarada por el contribuyente.