El Diputado Nacional Mario Barbieri emitió un comunicado en el que reclama una baja en las retenciones agropecuarias.
Este es el texto de la nota pública:
"Ha pasado un tiempo prudencial y creo es momento de poner blanco sobre negro a una situación que se torna cada día más intolerable, no solamente para uno de los principales sectores productivos, sino para el país todo, por su implicancia directa en la sociedad.
Me propongo exhortar a los dirigentes y fuerzas opositoras a que aunemos todos los esfuerzos posibles para bajar las retenciones agropecuarias.
Es necesario ofrecer una respuesta urgente a los pequeños y medianos productores de nuestro país. No hacerlo sería falsear el contrato político que el Pueblo de la Nación entregó, en junio de 2009, a la oposición, a la que pertenezco, y que supo respaldar el reclamo del campo.
En aquel momento supimos comprender y acompañar, asumiendo una postura que se traduciría más adelante en una promesa. Por ello, no cumplir ese convenio social hará que encontremos como respuesta, con razón, un rechazo en los comicios de octubre de este año.
Las actuales retenciones agropecuarias son injustas, porque son distorsivas. Abortan el crecimiento productivo que está asociado a la recepción plena del precio internacional. Constituyen un freno al aumento de la capacidad productiva, al empleo y al potencial exportador.
Gravan, además, por igual, al productor de tierras marginales y menor productividad y, por ende, escasa rentabilidad, que aquél que obtiene mayores rendimientos por trabajar mejores tierras o tener más acceso a la tecnología y al financiamiento.
Atentan, así, contra los intereses de los pueblos del interior y son inconsistentes con el declamado objetivo de equilibrar económicamente las distintas regiones del país.
Suele aducirse como argumento en contra de la baja, al desfinanciamiento del Estado. Propongo en este sentido, con claridad, gravar el negocio del juego y la actividad minera. De esta forma se obtendrían los recursos suficientes. Hay sectores económicos y de poder que hacen fabulosos negocios en la Argentina, sin ser sujetos tributarios acordes a sus utilidades.
No hace falta generar un nuevo debate para perder más tiempo. Los mecanismos institucionales ya funcionaron al respecto. En la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación existe un dictamen que fue girado a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y será ésta quien deba dictaminar para que en sesión sea tratado el proyecto de rebaja de las retenciones, y finalmente darle curso al Honorable Senado de la Nación.
No debemos esperar más. Las políticas del Gobierno Nacional con el sector son erráticas y confrontativas, y no se avizoran modificaciones. Producto de ello se afectó la agroindustria, se perdieron mercados internacionales que por años costarán recuperarse y perjudicaron muchos pueblos de la Argentina de gran potencial económico.
Tenemos un compromiso y debemos asumirlo responsablemente. Tenemos un poder y un mandato de un sector importante que debemos resolver con premura. Por lo tanto, es momento de actuar, con urgencia. No hacerlo implicará no afrontar responsabilidades, falsear un compromiso y, una vez más, alimentar el deterioro de la política a la que sólo le endilgan ser propensa a las “promesas incumplidas”.
Insisto, si queremos justicia tributaria, apuntemos allí, y dejemos de esquilmar a los productores agropecuarios. Terminemos de abusar del campo, principal fuente de riqueza de nuestra Nación. Hacerlo es verdadero progresismo y real distribución de la renta nacional.
Es hora de concretar este ruego del campo argentino. Y ante lo que seguramente, cargado de un relato pseudoprogresista, conteste el Gobierno, me anticipo y les digo, que si no están de acuerdo, propongo se graven en un 35% los sueldos y dietas de todos los funcionarios y legisladores de todos los niveles como aporte al Tesoro Nacional. Así sabremos si es verdad que les resulta justo, equitativo y plenamente constitucional sacarle ese porcentaje a los productores y chacareros de nuestro país".
