Las Juventudes Políticas Sampedrinas emitieron un comunicado titulado “¿Hasta cuando la Mala Política?”
La nota tiene la firma del Espacio de Pensamiento y Acción Política Joven “Jóvenes R San Pedro”, Juventud Peronista del Partido Justicialista de la Ciudad de San Pedro y Unión Joven Peronista – Felipe Solá.
Este es el texto:
“En la noche de ayer, cuando se realizaba la interpelación al Intendente Guacone, manifestantes del Sindicato de Empleados Municipales intentaron irrumpir, en la sala de sesiones del HCD, reiteradas veces logrando que esa violencia suscitada se transforme en dos hechos que obligaron a que la sesión fuera suspendida.
Estos hechos que lamentablemente, se tornan de conocimiento público, son las agresiones sufridas por el Concejal Victor Secchi y el Periodista Rafael Flaiman que implican un retroceso en el avance de la democracia, significando un progreso de la intolerancia, el autoritarismo y la violencia; como la reivindicación de prácticas cuasi mafiosas que coartan ampliamente con los derechos de libre expresión y pensamiento.
No se puede permitir que la política sucia y con fines perversos interfiera con la prácticas democráticas de gobierno y control, de lo contrario nos haríamos eco de las prácticas que imperaron en los años más oscuros de nuestro País.
Cualquier reclamo por parte de la sociedad a un gobernante es legítimo, siempre que se realice por los canales correctos, regidos por el respeto, la responsabilidad y el sentido común, pero enviar una patota para agredir gratuitamente a funcionarios elegidos como por el voto del pueblo, no es un reclamo genuino y lejos queda este comportamiento de la democracia.
Como jóvenes proponemos una mirada de la práctica política, que desdramatice la militancia y evite ponerla en términos de “vida o muerte” para entenderla como una sana actividad de participación ciudadana, necesaria y requerida por las instituciones, para que funcionen correctamente.
A su vez, llamamos a la reflexión a nuestros dirigentes políticos que ponen en prácticas estas engañosas y negativas acciones que explotan la necesidad de los que menos tienen mediante la extorsión por planes sociales, de una ayuda económica o prebendas políticas.
Sabemos que la democracia es un legado que heredamos tras largas luchas que triunfaron sobre la violencia y los fines oscurantistas. Entendemos que la democracia no es solamente el derecho a votar, es vivir bajo el amparo de la carta magna y los tres poderes representativos, porque la democracia no es el silencio, ni el avasallamiento de las minorías mediante la violencia y la descalificación, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos a través del dialogo, la pacificación y la verdad.
Deben los dirigentes políticos entender que si se siguen abonando estas prácticas, se estará llevando a la democracia a un proceso de debilitamiento como de alejamiento de los valores e imperativos éticos que tiene fuertemente comprometidos con nuestra sociedad”.