El Dr. Facundo Vellón, presidente del comité local de la Unión Cívica Radical, dio a conocer su opinión con respecto a la forma en que dirigentes políticos locales se expresan en representación “del pueblo” o “de la gente”.
“Es increíble pero luego de casi treinta años de democracia hay conceptos que siguen estando presentes en los discursos de todos y no alcanzan una precisión tal que hagan responsables de esas palabras o conceptos a quienes los emiten” indicó Vellón en un comunicado dirigido a los medios. “Es decir, las palabras se dicen y quedan vacías de contenido sin que nadie se pregunte nada, y lo que es peor, no hacemos responsables a los emitentes de esas palabras por lo que dicen. Un especie de vale todo y su equivalente, nada sirve” agregó a continuación.
Para el dirigente radical “existe una sobreinformación que nos anestesia a todos, y así, temas importantes y graves se deslizan como un murmullo en el cual conviven mediocres y responsables a los cuales nadie parece escuchar”.
El titular del radicalismo sampedrino se manifestó sobre las expresiones habituales en la dirigencia política local: “Últimamente en la escena política local parece campear una frase que se pretende sea la síntesis de la democracia y una especie de salvoconducto para justificar cualquier acción: “es lo que la gente quiere”. Esta frase a veces se complementa o se sustituye en “escuchando al pueblo”, “pensando en la gente”, etc. Etc”.
En opinión del ex Secretario de Coordinación de la Municipalidad “esto no es otra cosa que Demagogia Populista, y esto puede estar en boca de dirigentes oficialistas, o de la oposición e incluso de algunos medios”. Si bien aclara que “no es ilegal hacerlo” sostiene que “deja bastante que desear” porque “aquél que es dirigente debe dirigir, es decir, interpretar la necesidad colectiva y de acuerdo con los medios a su alcance hacer lo más provechoso para que muchos (los más posibles) puedan satisfacer esa necesidad (generalmente ilimitada) y todo, por los canales de la legalidad”.
A la hora de definir esta metodología, resume: “Prometer lo que no se puede cumplir, ilusionar con algo incierto e improbable sumándose a gritar el reclamo de la gente no es más que Demagogia Populista y la puede ejercer un demagogo que ha renunciado a su papel de dirigente. Los cargos implican responsabilidades y esto vale para los que administran y es obligación para los que controlan”.
Escuchando al pueblo
Pidiendo que “no se aclare porque oscurece”, Vellón indicó que “cuando un dirigente justifica su accionar, su decisión o su posición política solamente fundado en la frase: “escuchando al pueblo” o “porque la gente lo quiere”, revela toda la dimensión de un fallido enorme”.
La aclaración permanente de que “se responde a los intereses de la gente” tiene un fundamento, expresa el dirigente en que “no está claro que así sea”.
“Tranquilos igual porque hay un modo de hacerlo bien: a todos los dirigentes los auxilia la República, porque republicanismo es transparencia, es explicar claramente, es rendir cuentas, es en definitiva que el pueblo no deba confiar en la persona, sino que pueda tener la explicación transparente de sus actos y hacerlo responsable si así corresponde” puntualiza a continuación.
Sobre el final de la nota, Vellón dedica un párrafo a quienes son permanentemente mencionados por los actores señalados: “En general “el pueblo”, “la gente” se siente cansada de que se la use de excusa para que al invocarlos, los dirigentes se eximan de todo o justifiquen cualquier cosa. Un dirigente interpreta, encamina, legisla y gobierna, conforme a la ley y los intereses generales. De este modo, nunca podrá aparecer la duda de sus intenciones, y si aparece podrá despejarla sin problemas. Recuérdese que un funcionario siempre jura por la Constitución Nacional, y hacerla cumplir es mejor modo de atender los intereses del pueblo”.