Una extensa reunión entre los ocupantes de los terrenos de Güemes y Camelino, y autoridades municipales permitió el desalojo pacífico y voluntario del predio usurpado en Río Tala.
El delegado municipal en esa localidad, Diego Macenet, confirmó que “luego de una reunión de gabinete nos acercamos al lugar, y convocamos a un encuentro con los usurpadores en el destacamento policial, en donde también estaba el Jefe Distrital, Jorge Peralta”.
En representación del Municipio tomaron parte del encuentro, además del delegado, el Secretario de Gobierno, Norberto Atrip y el concejal Adrián Macenet.
“La gente habló con respeto, manifestó lo que pensaba, dijeron su posición, los escuchamos, le propusimos lo que nosotros pensamos y llegamos a buen término, así que la gente decidió levantar la usurpación” explicó el funcionario.
Acerca de la forma en que se llegó a un entendimiento, puntualizó: “En primer lugar, la gente que se acercó a dialogar con nosotros la conocemos de toda la vida, nos miramos a los ojos, le dijimos la verdad y le propusimos que desde el lunes se acerquen a la delegación, porque vamos a formar un grupo de gestión para viviendas para Río Tala en conjunto entre el pueblo, la Delegación y la Secretaría de Gobierno. Propusimos que todas las gestiones que se tengan que hacer van a ir uno o dos representantes para que crean en la gestión que vamos a hacer. Aceptaron esta propuesta y desde el lunes nos pondremos a trabajar en conjunto”.
Macenet también habló sobre la presunta participación de terceras personas que aprovecharon las necesidades reales de algunos pobladores para sacar rédito personal o político: “En un primer momento se corrían muchos rumores, que venían de las usurpaciones de San Pedro, de que podía haber alguien que los esté incentivando. Pero con el correr de los días fuimos escuchando y nos dimos cuenta de que esta gente había obtenido un papel con una intimación de la deuda que tenía un terreno”.
El funcionario explicó que, en realidad, eran dos documentos, y que los usurpadores tenían entendido que había dos familias dueñas de los terrenos (Botta y Dovalo). “Ahí fue que les mintieron. Cuando Botta hizo la denuncia, dijeron que se quedaban en el terreno de Dovalo, y que al tener tanta deuda los terrenos eran municipales. Les explicamos que más allá de la deuda los terrenos no eran municipales. Y que había un solo dueño”.