Se firmó hoy un convenio entre la APAMA y la empresa RBA Ambiental, para la concreción de la recolección del Aceite Vegetal Usado (AVUS) de los comercios generadores de San Pedro.
La empresa en forma periódica recolectará los recipientes de aceite de los comercios, además la entidad beneficiaria recogerá el aceite que la población le lleve a la sede donde funciona dicha asociación.
Una vez obtenida la cifra mensual, la empresa aportara 0.50 por litro a la entidad APAMA y ésta a su vez se compromete a utilizar el aceite vegetal usado exclusivamente para la producción de biodiesel.
El Municipio ofició como nexo entre las partes hasta su firma. Esta mañana el encuentro se desarrolló en el despacho del Intendente, quien estuvo representado por el Secretario de Gobierno, Norberto Atrip, el Secretario de Economía y Hacienda, Oscar Esperante y el concejal Adrián Macenet.
A través del Plan Bio lograron recuperarse ya en la Provincia de Buenos Aires cerca de 135 mil litros de aceite usado. Todo ellos fueron adquiridos por RBA Ambiental. Con 35 años de trayectoria en el campo de las energías alternativas, los responsables de esa empresa admiten que la iniciativa ha representado "un impulso enorme" para su actividad.
Antes de que en la Provincia funcionara un sistema de oficial de acopio, "nosotros ya veníamos comprando aceite usado en un pequeño mercado compuesto por cadenas gastronómicas que siempre tuvieron una actitud responsable con el medio ambiente. Pero sin duda esto nos da la posibilidad de abastecernos a una escala mucho mayor", reconoce el ingeniero Luis María Astarloa, director de RBA Ambiental.
Por cada litro de aceite usado, esa empresa está pagando hoy entre 20 y 50 centavos. La suma varía según la distancia al centro de acopio donde debe ir a recogerlo y la cotización del aceite de girasol en el puerto de Santa Fe. En poco más de un año, RBA ha destinado ya cerca de 83 mil pesos para la compra de ese producto a través del Plan Bio.
En su planta de Bella Vista, todo ese aceite viejo es filtrado y decantado para luego mezclarlo con alcohol en un reactor donde se lo agita a cierta temperatura. De esa forma se obtiene etanol y biodiésel, los dos biocombustibles que en poco tiempo más deberán ser incorporados a las naftas y diésel que se comercialicen en el país.