El licenciado Daniel Agazzi se refirió esta mañana a la influencia del consumo de drogas en la comisión de hechos delictivos y la violencia en la sociedad.
El especialista, titular de la comunidad terapéutica “Los Naranjos”, se solidarizó con las víctimas y sus familiares, pero pidió que las autoridades profundicen el nivel de análisis sobre la problemática.
Además, habló sobre la incidencia de las drogas de menor calidad en el deterioro del sistema nervioso de los jóvenes, y el notorio incremento de intentos de suicidio o suicidios consumados que existen en nuestra sociedad.
“El consumo de drogas o alcohol hace que los pibes salgan a buscar recursos económicos. Cuando esa adicción se contrapone con la ausencia de recursos, la única vía posible para ellos es la de la sustracción, el robo” indicó Agazzi.
Para Agazzi hay diferentes niveles de responsabilidad: “Hay un primer responsable que tiene que ver con quien vende la droga, obviamente, pero también con quien compra objetos baratos proveídos por este tipo de pibes, y esos son adultos. Y también quien está traficando armas o pone a disposición de chicos armas que se alquilan y después se devuelven”.
Acerca de la atención que requiere esta problemática, agregó: “Cuando llegamos a tiempo a atender a un chico que fue sacado temporariamente de la sociedad en donde vive, entendemos que hay detrás una larga cadena de situaciones que también lo transforman en víctima”.
En el proceso del consumo de drogas, además, se produce un fenómeno particular: “Las drogas que llegan a clases más desfavorecidas es la peor, la que provoca un contínuo deterioro del sistema nervioso, de las zonas del sistema nervioso que manejan la capacidad de discernir”.
El trauma y el suicidio
Agazzi habló sobre la acción de las drogas aplicadas como paliativo de situaciones de estrés en las distintas clases sociales.
“Es muy complejo porque cualquiera que tuvo una situación traumática, cualquiera sea ésta, sabrá que muchas noches, si logra dormir, se despierta con pesadillas en relación a escenas puntuales o series de escenas vinculadas a ese tema. Hay que calmar esas sensaciones de desasosiego y ahí aparece la sustancia como una salida mágica para soportar esos momentos” explicó el analista.
Además, se refirió al creciente número de suicidios ocurridos en la zona: “Algunos chicos no les da por estructura subjetiva ejercer violencia hacia fuera y tienen episodios de violencia contra si mismos. Entonces encontramos porcentajes de intentos y de acción suicida muy numerosos que no salen a la luz de los medios de comunicación, pero que los trabajan los muchachos de las guardias. El deterioro de la salud mental es increíble, pero no vende”.