Gabriela López, la mujer que mató a su hijo recién nacido y lo enterró en un campo, inventando luego un secuestro, podría afrontar una condena a 9 años de prisión luego de un acuerdo de juicio abreviado. Sin embargo, resta conocerse la resolución final de la Justicia.
El entendimiento previo se alcanzó con la anuencia de la querella (el padre del pequeño asesinado), la Fiscalía de Juicio, representada por la Dra. Gabriela Ates, y la Defensa.
De esta forma, se evitó llegar a las audiencias de Juicio Oral y Público, programadas inicialmente para el 8 de Septiembre.
El juicio iba a tener una amplia lista de testigos, que debían declarar sobre los episodios ocurridos en octubre de 2009, cuando la mujer, que en un principio denunció un secuestro del bebé, luego confesó ser la autora del crimen.
Fue el Jueves 8 de Octubre de ese año, cuando López le confesó a su abogada, la Dra. Mirta Cardozo, el aberrante suceso. “Cuando la recibí esta mañana en mi estudio, para viajar a San Nicolás para la prueba de ADN, me dijo “Mirta, perdoname” y me confesó lo ocurrido” indicó en ese momento.
El cadáver fue hallado siguiendo los datos aportados por la detenida, quien confesó ante su abogada y luego ratificó sus dichos a la comisaría. El hallazgo se produjo a pocos metros de la casa en donde vivía López junto a su familia en la estancia “El Descanso”, a dos kilómetros del paraje del mismo nombre, en un sector de árboles talados y dentro de un bolso.
Se trata de un monte cerrado, en donde escondió el cadáver, que estaba en una bolsa de nylon dentro de un bolso con el ajuar del recién nacido y envuelto en una frazada.
El cuerpo del pequeño Agustín fue encontrado en un pozo de 40 o 50 cm de profundidad, a cien metros de la casa en donde moraba la madre, Gabriela López.
La Fiscal, Dra. Franca Padulo, ordenó también el secuestro de una linterna, un teléfono celular, una foto del bebé, prendas de vestir, un revolver y dos palas que podrían haber sido utilizadas para el ocultamiento del cuerpo.