El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de San Nicolás dispuso la liberación de Gabriela López, la mujer que estaba imputada por el asesinato de su hijo recién nacido, a quien lo enterró en una tapera ubicada en proximidades de la casa de sus padres en la Estancia “El Descanso”.
La polémica decisión se hizo efectiva en las últimas horas, luego de que el Tribunal evaluara los elementos que fueron colectados durante la etapa de instrucción por la Dra. Franca Padulo y las pruebas presentadas por la defensa.
A pedido de la querella (el padre biológico del niño fallecido) la Dra. Gabriela Ates, Fiscal de Juicio, había accedido a un juicio abreviado, por lo que se evitó la instancia de audiencias orales, que podría haber aportado nuevos elementos a la causa.
La Dra. Padulo había considerado atenuantes para la imputada, considerando su estado mental.
Según trascendió en las últimas horas, sin embargo, los doctores María Belén Ocaris, Laura Fernández y Cristian Ramos habrían analizado en el fallo (que aún no se comunicó oficialmente a las partes) que el homicidio no estaba acreditado durante el proceso.
De ser así, la consideración es, al menos, llamativa, considerando que la propia mujer confesó su crimen a su abogada de entonces, la doctora Mirta Cardozo, y brindó detalles de la forma en que había actuado.