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El sector en donde se produjo el homicidio (Foto Ramallo Ciudad) |
El Comisario Pedro Biaín, Jefe Distrital de Ramallo, confirmó que se secuestraron ayer importantes elementos de prueba durante un allanamiento realizado en la vivienda del padre de Jorge Videla, el niño asesinado en Pérez Millán esta semana.
Por otra parte, el acusado se declaró inocente durante su comparencia en sede judicial.
“Ayer, ampliando la detención del imputado, se realizaron allanamientos en el domicilio de esta persona que arrojó como resultado el secuestro de un buzo de color amarillo y un par de zapatillas que contenían manchas hemáticas que podrían ser de sangre humana” informó Biaín. En el lugar del hecho también fue encontrado un trozo de madera, que podría ser el utilizado para cometer el crimen.
Los elementos fueron secuestrados y enviados a peritaje para determinar si la sangre hallada pertenece a la víctima.
Por otra parte, el testimonio clave de un amigo de la víctima permitió conocer detalles de lo sucedido: “Primero había dado una versión y luego se quebró y dijo que había sido testigo del momento en que lo golpeaban al chico hasta matarlo. La madre había dicho que había llegado a la casa muy asustado pero no había comentado nada del hecho. Se acostó y al otro día cuando fue citado por la policía dio una versión luego se quebró y llorando contó todo lo que había ocurrido. El menor manifestó que habían sido encontrados por esta persona, que les dijo que lo acompañaban a buscar leña en un pequeño montecito, a unos doscientos metros de la casa de la madre”.
Según el testigo, “costearon todo el camino porque hay un alambrado y cuando cruzaron sin mediar ningún motivo le pegó con un objeto contundente, cae el chiquito y lo asfixia”.
La autopsia dio como resultado un traumatismo de cráneo importante con una herida en forma de L, mientras que la causal de muerte fue asfixia por compresión.
Biaín se mostró conmocionado por las circunstancias que rodeaban al hecho: “Me shockeó la indigencia total en que vivía la familia. Cinco chicos chiquitos, todos de tres padres diferentes. La última pareja de la progenitora del menor tenía 17 años y ya tenía un hijo con él de un año y medio, y se había separado tres días atrás”.