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Foto y nota "Tiempo Argentino" |
Una nota publicada esta semana en el diario “Tiempo Argentino”, da cuenta de la repercusión que tuvo en Innovar 2011 el método contra la presbicia aplicado por el sampedrino Jorge Benozzi.
En la publicación se mencionan diferentes particularidades vinculadas con el mecanismo aplicado por el profesional, a quien le realizan una entrevista.
El siguiente es el texto de la nota:
“En el predio ferial de Tecnópolis se desarrolla desde hace dos días la megaexposición Innovar 2011, donde son exhibidos las 1040 creaciones más originales del país. A pocos metros de la entrada se ubica uno de los stands estrella, donde un autorefractómetro mide con exactitud si un visitante recién llegado sufre de presbicia, también denominada “vista cansada”. De ser así, puede colocarse las gotas del Método Benozzi. El innovador es el doctor Jorge Benozzi, docente de la Cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la UBA, que comenzó a elaborar las gotas contra esta patología visual hace dos años, y actualmente, ya son más de 5000 los pacientes sometidos con éxito al tratamiento, que evita el uso de los anteojos y la cirugía a través de gotas diarias de colirio, una forma farmacéutica que contiene dos drogas mezcladas: un parasimpáticomimético y un antiinflamatorio no esteroide. Si la persona suspendiera el tratamiento, la presbicia sería la misma que cuando lo inició.
–¿Cómo podría definir su método?
–Es un método para mejorar la presbicia, una pérdida de la función de enfoque del ojo que ocurre después de los 40 años. Desde hace 800 años la solución eran los anteojos, pero nosotros logramos interpretar la verdadera causa, que es la progresiva disminución de la producción cerebral del neurotransmisor encargado de estimular al músculo ciliar del ojo humano. Esa falta de sustancia la reponemos en gotas, y el mecanismo de enfoque vuelve a funcionar como cuando tenías 30 años.
–¿Cuándo arrancó con esto?
–La idea surge en 1999, pero llevó casi diez años de ensayos. Es absolutamente único y original. En 2009 comenzamos en la Argentina, y ya recorrimos Estados Unidos y Europa, donde tenemos la patente publicada desde 2006.
–¿Cómo la están vendiendo?
–Por el momento es bajo receta magistral, hasta que se comercialice industrialmente. Pensamos que las condiciones van a estar dadas en un año y medio.
–¿Y qué recepción tiene entre la gente que se acerca?
–Les parece casi como una cosa mágica: darse gotas y ver es de un impacto altísimo. Y una exposición como esta nos brinda la oportunidad de probar y ver cómo mejora el producto, que está habilitado en todas las instancias sanitarias. Pensemos que tiene un efecto inmediato, vienen, les ponemos las gotas y a los 20 minutos ya ven bien.
–¿Cuánto cuestan?
–El frasco cuesta alrededor de 20 dólares y dura unos dos meses. Hay que agregarle el costo de la indicación médica, que la pedimos previamente para saber si el paciente puede ponerse estas gotas. No todos son aptos. Si sufre miopía, o además tiene otra patología en los ojos, no puede dárselas. El resto sí accede sin problemas a ponerse las gotas, y varía entre una a tres veces por día, dependiendo del grado de dificultad visual.
–¿Cuántas personas sufren de presbicia?
–Después de los 40 años todos empiezan a tener algún inconveniente con la vista. En la Argentina son 9 millones, y en el mundo, 2800 millones”.