El jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, fue pasado a retiro tras haber sido procesado en una causa por un presunto espionaje ilegal y, en su lugar, fue designado quien lo secundaba en la fuerza, el vicealmirante Carlos Alberto Paz.
Godoy estuvo estrechamente vinculado a San Pedro a partir del traspaso al Municipio del buque museo ARA Irigoyen.
Además de quedar a cargo de la inauguración del buque museo, visitó el lugar en varias oportunidades y mantuvo contactos permanentes con funcionarios municipales.
La medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial mediante los decretos 247 y 248, un día después de conocerse el auto de procesamiento del magistrado federal Jorge Rafecas, a cargo del expediente por la supuesta aplicación de la práctica prohibida entre 2003 y 2006 desde la base Almirante Zar, de la ciudad chubutense de Trelew.
En los considerandos de la medida, se explicó que Godoy había “solicitado su pase a situación de retiro voluntario, resultando oportuno y conveniente proceder en consecuencia”.
El juez Rafecas, tras casi seis años de investigación sobre las presuntas maniobras de inteligencia interna, consideró probado que el ahora exjefe de la Marina y el exsubjefe del mismo cuerpo BenitoRótolo dirigían equipos de marinos que vigilaban a “personalidades del ámbito público o privado y a agrupaciones políticas, sociales, sindicales y culturales”.
Según el resultado de la investigación, ese conjunto de militares recababa información y efectuaba luego “semblanzas” de funcionarios nacionales, entre ellos, la exministra de Defensa y actual jefa de la cartera de Seguridad, Nilda Garré.
Además, Rafecas dio por corroborado que la práctica prohibida fue desarrollada por Godoy y Rótolo incluso antes de haber alcanzado los más altos cargos de la Armada.
La presidenta Cristina Kirchner y el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, con el decreto 247, aceptaron la solicitud de “pase a retiro voluntario” del exjefe de la Marina, “relevándolo de las funciones de jefe del Estado Mayor General de la Armada”.