Un grupo en Facebook bajo el concepto “Villa Depietri para
San Pedro” inició un espacio de discusión sobre la necesidad de recuperar ese
lugar para la comunidad. .
La base del pedido es una nota avalada por el Centro de
Estudios Historicos de San Pedro y presentada en el Concejo Deliberante en 2007
al Concejo Deliberante por el señor David Pujol, sin que recibiera nunca
tratamiento legislativo.
El siguiente es el texto de la nota:
“En 1967 el estado nacional, le devuelve los bienes a
Eduardo Depietri que este mismo estado en 1947, le había confiscado aduciendo
una serie de medidas donde lo único que lograba era detener el progreso que ese
Uruguayo había vislumbrado.
Finalmente la firma se disuelve y queda pendiente de pago de
una indemnización por todo lo destruido y robado, que se hace efectiva en 1975,
cinco años después de la muerte de Depietri.
Es en estos años donde se realiza el levantamiento de las
vías y la venta de terrenos e instalaciones.
En el alto de la barranca, quedan las instalaciones que
alguna vez sirvieron como estación principal para el transporte del cereal y
utilizando los elevadores poder embarcarlos. Más allá, la vieja casona
familiar, soportando el paso de los años en soledad.
Hoy esta es la realidad, pero de esta misma realidad es
donde deberemos empezar a construir, revalorizar y sobre todas las cosas,
entender que los últimos vestigios de un hombre que buscaba el progreso no
deben morir o peor aun ser demolidos.
Este escrito no guarda en su interior un revisionismo
histórico de la obra de Eduardo Depietri, dado que ya se han ocupado
historiadores locales y del resto del país. Pero si quiere resaltar lo que
deberíamos hacer como comunidad, generando una conciencia colectiva en San
Pedro, para que lo que hoy esta abandonado y sin ningún tipo de mantenimiento -
dado que los intereses privados, se orientan al lento pero inexorable derrumbe
de lo que alguna vez fue un ejemplo de trabajo - , sea salvado y convertido en
patrimonio histórico de nuestra querida ciudad.
Creo que es la hora de empezar a trabajar en ello, nuestros
legisladores locales, como así también las fuerzas vivas de nuestra ciudad y
toda la comunidad de san pedro en pleno, deberíamos buscar las herramientas
legales, históricas (estas abundan) y culturales, para que el terreno donde
esta aun la vieja casona familiar de Don Eduardo Depietri, pase a convertirse
en un centro cultural, donde no solo guarde la historia de este proyecto que
por intereses internos y externos no progresó, sino que también sirva para que
toda nuestra gente pueda expresarse en lo cultural y social.
Amigos míos, muchas veces me pregunte que podía hacer por mi
comunidad ahora que estoy lejos de ella, bueno creo que esta es la primera
piedra para construir un puente del pasado al presente, buscar todos juntos que
no quede en el olvido la obra de este extraordinario Uruguayo.
Así como ayudamos a nuestras queridas instituciones locales,
creo que es la hora de ayudar a esa casona, para que quede como patrimonio
histórico de la ciudad de san pedro, salvándola del derrumbe por lógica
consecuencia de la falta de mantenimiento, o aun peor, la demolición.
Busquemos y analicemos en conjunto todas las variables para
que esto que les propongo se pueda concretar.
Quiero terminar haciendo un pedido claro y preciso a
nuestros concejales para que este sueño que tengo como sampedrino se pueda
llevar a cabo.
Por eso, como dije anteriormente, deseo que la comunidad
toda se involucre en esto, no podemos dejar que una entidad tan importante como
la que mencionada, se termine perdiendo, ya sufrimos muchas perdidas en lo que
se refiere al acervo histórico-cultural, no nos quedemos cruzados de brazos y
lamentándonos después, es ahora el momento para buscar una solución a lo que yo
le llamo “La Villa
Depietri”.
Creo que las palabras finales para este escrito son las que
volcó tan maravillosamente bien don Américo Piccagli en el Tercer tomo de su
obra “Historia documental de San Pedro”, donde dice “…….la obra de este
Uruguayo, nacido el 13 de octubre de 1892, es poco conocida y los que la
conocen no han llegado a valorarla en su real dimensión. Trabajó siempre por
una vida digna con grandeza de alma, alejado de la adulación y del rédito
fácil.”
“…Depietri aun está esperando el reconocimiento que se le
debe, no tanto por lo que arriesgo y perdió en pro del desarrollo de San Pedro,
sino por el empeño que puso en llevar adelante un proyecto económico en el que
fueron muchos los que no creyeron y muy pocos los que lo apoyaron…”