Se inició en San Pedro una
campaña de recolección de firmas para adherir al petitorio que acompañará la
presentación en el Congreso del proyecto de Ley Nacional de Perros Guías.
Jorge Cipolla, vecino de San
Pedro no vidente, fue el impulsor de la iniciativa en la ciudad, luego de tomar
conocimiento de la campaña que lleva adelante el rosarino Maximiliano Marc.
“Esto surge por una nota en donde
había un chico de Rosario, que es no vidente, igual que en mi caso, y consiguió
un perro lazarillo, un perro guía para no videntes, en Estados Unidos, luego de
un montón de trámites. Acá no está homologado el uso del perro guía. Lo podés
usar por la cale pero no podés subir a un medio de transporte o ir a un
restaurante” explicó Cipolla.
Si bien reconoce que “el acceso a
cualquier espacio público con animales está restringido” aclaró que “estos son
casos especiales que deberían contemplarse”.
En la actualidad, Argentina
cuenta únicamente con 26 perros adiestrados para ser utilizados como lazarillos
o guía, ya que los centros de entrenamiento ubicados en otros países, como
Estados Unidos, son reacios a enviar sus animales a lugares en donde no existe
un marco legal, como Argentina.
“A raíz de esto nos comunicamos
con este chico que nos pasó por mail estas planillas. Lo que queremos hacer es pedir la colaboración de la gente
porque hay que juntar 500 mil firmas para que el Congreso lo trate. Bajamos
estas planillas y las vamos a distribuir en comercios y negocios” agregó
Cipolla.
Hasta el momento, los interesados
en adherir a la campaña pueden dirigirse a los locales de Casa Tita en la
peatonal, Club Deportes y Farmacia Martínez.
No vidente en San Pedro
Pese a que uno de los no videntes
más prestigiosos del mundo, Silvio Velo, es sampedrino, nuestra ciudad sigue sin
ser amigable con las personas con ceguera o dificultades para ver.
El impulsor de la campaña por los
perros guía recuerda que “hay muchas leyes que están dictadas pero que no se
cumplen, como el libre acceso a los espectáculos o los viajes en transporte
público”.
Cipolla debió cumplir un trámite
de más de dos años, que incluyó numerosos controles médicos, para hacerse con
el carnet de discapacidad que debería permitirle cumplir con sus derechos.
Sin embargo, ejemplifica, “vas al
teatro, y aunque la Ley me habilita a sacar una entrada a mi y a un acompañante
en forma gratuita, tuve que pagar la entrada como cualquier otro, después de
que me pusieran como excusa el cupo o me quisieran mandar a cualquier lugar”.
Otro de los actos
discriminatorios los sufrió al intentar obtener un pasaje liberado en una
conocida empresa de micros de larga distancia: “El carnet me habilita para
viajar sin pagar, pero surgieron muchísimas trabas y tuve que hacer un trámite
de casi un mes. Al final pagué igual mi pasaje”.
En otros órdenes, San Pedro sigue presentando dificultades para los no
videntes, como en el caso de las veredas rotas u obstruidas, o los obstáculos
en el ingreso de los edificios públicos.