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Fiscal Manso (Foto Baradero Hoy) |
Un hombre de 32 años, preso de
una crisis nerviosa, se encerró en su casa con sus hijos, luego de una discusión
con su pareja.
El Fiscal Marcelo Manso encabezó
las actuaciones en el lugar, acompañado por personal policial, y ante el
funcionario judicial el joven dio a conocer sus intenciones de quitarse la
vida.
Finalmente, la negociación
encarada por el propio Manso y los referentes policiales, permitió que el
hombre desistiera de su actitud.
El Fiscal relató lo sucedido a
través de APA Radio San Pedro: “Nosotros recibimos la información alrededor de
las 15 horas. Nos constituimos en el domicilio con el Secretario de la dependencia.
Tomamos intervención en primera instancia con el personal policial que nos
explicó la situación. Nos entrevistamos a través de una ventana con una persona
de 32 años que dijo tener un conflicto de pareja y que a raíz de eso decidió
encerrarse en la casa y estaba con dos chiquitos”.
Si bien la situación parecía
girar hacia algo más grave, finalmente fue controlada sin mayores consecuencias.
“En ningún momento este hombre
manifestó intenciones de dañar a los chicos, sino más bien de autolesionarse.
Estaba muy angustiado, y nos refirió cierta situación personal que lo llevó a
tener esta angustia” explicó Manso.
El conflicto se resolvió luego de
una extensa charla entre las partes: “Lo convencimos, después de media hora,
para que entregue a los chiquitos. Se comprometió a pasar mañana por la Fiscalía para analizar su
situación personal. La pareja radicó la denuncia penal correspondiente por
amenazas. Aunque advertimos que no había un peligro cierto, no podemos
quedarnos con esa impresión, así que veremos como avanza la causa”.
Los motivos que llevaron al
protagonista del incidente a encerrarse están ligados a situaciones personales:
“Me dijo que habían tenido una discusión con la mujer, pero que consideraba que
eso no justificaba el despliegue que se concretó después por parte nuestra y de
la policía” dijo Manso.
La persona no quedo detenida a raíz
de que en ningún momento manifestó intenciones de lesionar a los niños, y las
amenazas de lesiones autoinfringidas no configuran un delito, según marca la
legislación argentina.