La pérdida de toda la producción de duraznos de la presente temporada y daños casi insalvables en las plantaciones de cítricos, provocados por el granizo, originarán millones de pesos en jornales caídos para la comunidad de Gobernador Castro.
Además del perjuicio originado por la caída de la mayor parte de los duraznos que estaban en las plantas, los árboles cítricos sufrieron, explican los damnificados, daños que originarán futuras enfermedades que harán imposible ingresar a los principales mercados.
Ante este panorama, los productores perjudicados evalúan, a horas de la tormenta, la posibilidad de seguir el camino de decenas de sus colegas y abandonar la producción intensiva para pasarse a la soja, una alternativa más rentable, más segura y menos costosa.
Cada hectárea de monte genera 70 puestos de trabajo, confirmó el Secretario de Producción. En la actualidad, hay miles de hectáreas plantadas en la zona afectada por la tormenta. El efecto inmediato de la cosecha abortada por el granizo y el rebote para los próximos años de los futuros desmontes son fáciles de prever.
Las autoridades no se encuentran, hoy, preparadas para afrontar esta situación. Las sucesivas fallas en las gestiones ante funcionarios nacionales y provinciales para explicar la importancia de la matriz de producción frutícola como malla de contención social hacen prever que tampoco ahora llegarán ayudas reales y eficaces.
La Mesa Multisectorial se reúne esta noche, y hay sectores que proponen encontrar caminos para un salvataje local que evite la explosión de una comunidad que, desde hace diez años, se encuentra entre las que presentan un mayor número de habitantes con Necesidades Básicas Insatisfechas en toda la provincia de Buenos Aires.