Agustín Iglesias continúa, en su casa, con la recuperación
de las heridas que recibió durante una balacera a la salida de un baile.
El joven músico detalló, en APA Radio San Pedro, todo lo
sucedido esa noche y confirmó que no tenía relación alguna con el agresor, ni
existió una discusión o enfrentamiento previo.
Además, se refirió al avance de su proceso de recuperación y
adelantó que prepara su regreso musical para el 2 de Diciembre.
“Mi cabeza está a mil, pero mi cuerpo me dice “aflojá un
poquito”. La recuperación lleva su tiempo, hay que tener mucha paciencia,
porque no hay nada más lindo que ser independiente. Tengo todavía abiertas las
heridas de las sondas: dos del lado derecho del hígado y uno del lado del
páncreas, que las están curando todos los días enfermeras y familiares que
saben del tema” explicó Agustín.
Las consecuencias psicológicas de lo sucedido aquella noche
siguen provocando zozobra, lo que obligó a un tratamiento específico: “Estoy
bajo calmantes porque a veces me agarran ataques de pánico, porque tuve dos
veces respirador y me recetaron Ribotril”.
También el cuerpo sigue afectado por las heridas: “No puedo
mover el brazo izquierdo porque estuvo sometido a muchas mangueras durante 28
días en los que estuve en cama”.
Agustín estuvo casi una semana en coma farmacológico, “en un
sueño raro en el que escuchaba todo lo que hablaban los doctores o las
enfermeras”, aunque luego pudo tener contacto con su familia.
En San Nicolás, adonde llegó en el grado 2 de una escala
sanitaria de 10, se completó el tratamiento que permitió compensarlo luego de
la irrupción de una bacteria y de las múltiples infecciones.
El hecho
Agustín recuerda con precisión todo lo sucedido esa noche,
hasta el momento en que ingresa a la guardia del Hospital.
“Estábamos en una joda todos, pasándola re bien.
Supuestamente el que me disparó estaba en la fiesta. Nunca me percaté de que
hubiera un signo de hostilidad, ni adentro ni afuera. Ni enterado de que estaba
este muchacho en la fiesta” explica.
Al salir, imprevistamente, se produjo el hecho que
terminaría cambiando su vida: “Estaba con mis amigos y amigas, cuando dos
conocidos me preguntaron si tenía un auto para hacer mandados. Le pregunté a mi
amigo Marcelino y, como ya nos estábamos yendo, decidimos llevarlos. Cuando
salimos no ví ningún signo de hostilidad. Cuando entro al auto me dice
Marcelino que le parecía que el flaco le quería pegar a las chicas. Entra al
auto uno de los chicos a los que íbamos a llevar, y empiezan los disparos”.
Los segundos siguientes fueron una pesadilla: “Empezamos a
gritar. Los disparos fueron todos consecutivos, dirigidos al auto. Sentí que me
entró algo en la parte del riñón izquierdo y le dije “Marce, me entró unan
bala, llevame ya al hospital”. El auto estaba encendido, tenía puesta primera,
así que sale, pero me decía que no podía meter segunda porque una de las balas
le rozó el hombro derecho y se le había adormecido. Le costó un montón meter el
cambio y llegamos a la guardia en segunda, con el motor pasado de
revoluciones”.
Al llegar, su amigo Marcelino lo bajó del auto y lo acostó
en el piso, hasta que pudieron ingresar y ser atendidos por el Dr. Pablo
Pichioni, que accionó el protocolo de emergencias para estos casos.
“Le dije que no daba más. Me atendió un amigo mío, Pablo
Pichioni, así que me tiraron en la camilla, le dije que era B positivo y le
estaba pidiendo que me dopen. Me sometieron a una inyección, un calmante, y de
ahí en adelante no me acuerdo absolutamente nada” explicó.
La bala perforó el intestino delgado, el grueso y dos
arterias. En el cuerpo de Agustín quedaba un litro de sangre, y la hemorragia
cubría todo el abdomen. Luego de la primera intervención, de urgencia, las
heridas cerraron con 26 puntos.
Sin explicación
“Yo a este tipo lo conozco apenas de vista” responde
Agustín, consultado sobre algún posible problema previo con su agresor.
Conciente de las versiones que circularon, ahora deja la
investigación en manos de la
Justicia: “Se han corrido muchos rumores en San Pedro. Yo fui
un banana, porque fui el boludo que terminó herido por algo totalmente
desconocido. Los chicos a los que íbamos a llevar, incluso el que subió al
auto, no se comunicaron nunca más conmigo. Yo debería hablar con ellos para
llegar a una conclusión porque no se por qué carajo empezaron a disparar de esa
forma. Incluso, cuando salimos de ahí no escuchaba nada en la parte de atrás
del auto y pensé que el chico que estaba atrás se había muerto, no sabía que había
bajado, no se en qué momento”.
Agradecimiento
musical
Agustín Iglesias, cantante de Nafak, volverá a tocar el
Domingo 2 de Diciembre.
Será un acústico en el marco del segundo encuentro de
meditación masiva que se llevará adelante en el anfiteatro del Vía Crucis sobre
las barrancas.
El músico buscará agradecer, de esa forma, la energía que le
enviaron para su recuperación durante el primer encuentro de este tipo, en el
mismo lugar.