La falsa Embajadora
para la Paz Mundial de la ONU, Cristina Nuñez, hoy popularizada a partir de la publicación
que narra sus encuentros con el Gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, también
engañó al Intendente Pablo Guacone.
El 28 de
Diciembre de 2011, Nuñez visitó nuestra ciudad, cumpliendo una intensa agenda,
que incluyó una reunión con el mandatario comunal y una visita al cuartel de
Bomberos.
En su
momento, Guacone le agradeció su presencia, y le dijo que aspiraba a “poder
trabajar en conjunto en los próximos meses”.
Junto a Nuñez
también visitaron San Pedro Miguel Jaime (quien se presentó como Coordinador
Gral. UNOY_UNOJ), Pedro Ángel Palacios ( que dijo ser Jefe de Asesores
UNOY-UNOJ) y la Dra. Alejandra Rielo (Presidenta de UNIFEM Argentina).
La
delegación recorrió Vuelta de Obligado, el circuito de museos y otros lugares
de la zona.
Cristina
Núñez es real, pero parece un personaje de ficción. Se presenta como
"embajadora de la Paz de Naciones Unidas" ante gobernadores e
intendentes de todo el país. Y lo increíble es que muchos le siguen abriendo
las puertas, a pesar de un reciente comunicado oficial de la organización, que
advirtió "acerca del intento de estafadores que utilizan el nombre y el
emblema de las Naciones Unidas para obtener dinero en efectivo e información
personal".
En los
últimos meses, las actividades de la mujer incluyeron firmas de contratos y
acuerdos en Santa Fe, Santiago del Estero y San Pedro. Fue declarada visitante
ilustre, los medios locales la endiosaron, participó en actos de inauguración
de viviendas, y formó parte de caravanas festivas trepada en autos descapotables.
En 2011, el ex gobernador Hermes Binner le abrió durante dos horas la puerta de
su despacho, lo que al menos demuestra que sus filtros para evitar encontrarse
con personajes semejantes no funcionaban muy bien. Es más: el socialista, que
machaca con ese lugar común de la importancia del diálogo, quedó hipnotizado
por el discurso de la usurpadora de títulos. Y tampoco le importó averiguar
mínimamente su historia.
La historia.
Núñez
cuenta con un séquito que la sigue a todos lados, en donde resaltan dirigentes
de la derecha peronista, afectos a la Iglesia de la Unificación (Secta Moon),
cuadros del reutemismo santafesino y grupos de autodefinidos ex combatientes de
Malvinas en busca de pensiones vitalicias. Fabián Scabuzzo, periodista rosarino
que investigó sus movimientos el año pasado, identificó a varios integrantes
del grupo, entre ellos Miguel Jaime ("Coordinador General de Naciones
Unidas" según su tarjeta personal), Pedro Palacios ("Jefe de Asesores
de Naciones Unidas”) y Rodolfo Scheiner (“Delegado Zonal de Naciones Unidas”
para Santa Fe).
Cristina
invoca ser "licenciada" (así a secas) y "psicóloga". Jaime
camina por la vida como presidente de la
"Asociación de Ex Conscriptos" y alquimista. Palacios tiene el mismo
cargo en la misma asociación. Y Scheiner, dueño de un negocio de refrigeración,
también, pero en la filial Santa Fe. Scabuzzo sostiene en su blog que cuenta
con un "amplio prontuario policial, donde vemos amenazas, golpes,
lesiones, infracción a la Ley 20.429 de armas, defraudaciones y estafas
reiteradas".
"La
Voz de los colimbas", una página web editada por Ricardo Righi y un grupo
importante de ex combatientes relacionados con distintos organismos de Derechos
Humanos, manifestó su "repudio a estos personajes".
Además de
invocar su trabajo en la ONU, Núñez se presenta como miembro destacado de una
tal "UNOJ", que no existe. Lo que sí cuenta con representación en la
Argentina es la UNOY, organización no gubernamental integrada por jóvenes que
trabajan en distintas campañas solidarias y educativas. Andrés Bárbaro,
dirigente de la entidad en Rosario, confirmó que la mujer "no pertenece a
Naciones Unidas, es un fraude total".
Uno de los
lugares en donde suele hablar es en la Fundación Roberto Angel Rovere, llevada
por la "Asociación de Mujeres para la Paz Mundial", sello que según
las invitaciones impresas "se dedica a la aceleración de los objetivos
relacionados al género".
En un
comunicado oficial de circulación actual, Naciones Unidas aclaró que "le
preocupa el hecho de que la correspondencia fraudulenta en la que se utiliza el
nombre de la organización y el emblema esté circulando alrededor del mundo a
través de sitios web, correos electrónicos, faxes y llamadas telefónicas".
Y aclaró
que la entidad "no cobra honorarios en ninguna etapa del proceso de
contratación (postulación, entrevista, procesamiento, capacitación) ni ningún
otro honorario, no pide información a las personas sobre sus cuentas
bancarias", y "no ofrece premios, gratificaciones, fondos
certificados o becas… a menos que dichas ofertas hayan sido oficialmente
autorizadas".