En una nota
enviada el 29 de enero, el concejal del Bloque Unión Peronista, Damián
Mosquera, pidió al Intendente municipal Pablo Guacone que remita al Concejo
Deliberante un nuevo Proyecto de Ordenanza Fiscal e Impositiva “que contemple
una importante reducción de los incrementos propuestos” en la ya enviada.
El edil que no
diera quórum, junto al bloque radical, para el tratamiento del proyecto en
cuestión en diciembre por considerar que aún era necesario un análisis, espera
ahora una respuesta del jefe comunal.
En la nota,
Mosquera enumera en varios puntos los argumentos por los cuales considera
necesaria una reducción de los aumentos previstos en las tasas. Y menciona que esas consideraciones fueron analizadas junto al propio Guacone o
con funcionarios de su gabinete.
En primer
término, señala que “el porcentaje general de aumento de las principales tasas
(servicios sanitarios, ABL, red vial) que se fija en un 60% respecto de los
montos del año anterior, es excesivamente elevado y no guarda relación alguna
con los más importantes indicadores económicos del año 2012”. En ese sentido,
observa que “más que duplica el porcentaje de los incrementos salariales
obtenidos en convenciones colectivas -fueron fijados entre el 20 a 25%-; o el de los
cálculos privados de inflación -que oscilaron entre el 22 a 25%-; o el incremento de
tasas similares en otros municipios de la provincia”.
En segundo
lugar, plantea que “la sola mención de que las principales tasas son
deficitarias, no es argumento suficiente para que las mismas se incrementen
exponencialmente”. Mosquera cree que esta situación es de larga data y sostiene
que “la coparticipación que recibe el municipio es lo suficientemente
importante como para permitir el pago de los actuales costos”. Por eso, opina:
“En todo caso, si se quiere ir acercando el valor de la tasa al costo real del
servicio que se presta, eso se debería realizar gradualmente, analizando
seriamente la real estructura de costos con participación de los usuarios, y
generando herramientas para que la población use los recursos en forma más
racional evitando el despilfarro de los mismos (disminución de la cantidad de
residuos domiciliarios, control en el consumo de agua, etc., etc.)”.
El tercer
punto lo presenta como un párrafo aparte, en relación a la suba planeada para
la tasa de seguridad e higiene para los prestadores turísticos. El concejal
cree que el aumento “se dispara a niveles siderales y hasta absurdos”. En ese
caso, aclara: “Somos conscientes de que los operadores turísticos deben hacerse
cargo de contribuir con sumas superiores a las que hasta ahora venían abonando.
Incluso en conversaciones que hemos mantenido con algunos de ellos, nos han
manifestado su disposición en ese sentido. Pero son inadmisibles y hasta
incomprensibles los montos mensuales que se pretenden cobrar en el proyecto por
usted remitido”.
En el cuarto
ítem, Mosquera se refiere a la Tasa por conservación de la Red Vial que prevé
un incremento promedio de 54%. “Si a esa suma le agregamos un aumento
importante que ya tuvo en el año pasado, entendemos que en este caso tampoco se
justifican los extremos para acceder a esa propuesta, la cual también debería
ser revisada”, opina el edil.
En el último
punto, el concejal pone de manifiesto “un dato que hace a la coherencia
política de la gestión municipal”. Se refiere, así, “al hecho de que el actual
gobierno nacional desde siempre, y muy particularmente en estos últimos días,
ha venido solicitado a los municipios prudencia al momento de fijar los
incrementos de tasas o la fijación de nuevos tributos”. Recuerda, en ese
sentido, que “como una forma de compensación, colabora activamente mediante
aportes en obras públicas y/o fondos específicos, por importantes cantidades de
dinero”. Y afirma que “San Pedro no está ajeno a estos beneficios, lo cual
debería imponer prudencia al momento de fijar aumentos masivos de tasas”.
Mosquera
remarca que, tal como se lo manifestó en distintas reuniones al Intendente,
está lejos de su ánimo “desfinanciar al municipio o quitarle herramientas para
su normal desenvolvimiento”.
Pero opina que
“la administración municipal en su conjunto debería procurar un uso más
racional y eficaz de los recursos, eliminando los gastos innecesarios y
reduciendo los que se encuentran sobredimensionados”. Así, el edil cree que “ante
una clara muestra de austeridad en el manejo de la cosa pública y de
transparencia en la gestión, seguramente la ciudadanía va a colaborar
haciéndose cargo de un incremento prudente en el monto de las tasas”.
Mosquera asume
que debe reconocer que “algunos aspectos del proyecto de ordenanza impositiva
son novedosos e interesantes, tales como cambiar la base de cálculo para el
cobro de la tasa de seguridad e higiene en el caso de grandes contribuyentes con
mayor capacidad de pago”. Sin embargo, considera “muy bajo –y por ende
abarcador de una elevada cantidad de contribuyentes -, el monto de $2.500.000
de facturación anual”.
El edil
reiteró, en la nota que aún no tiene respuesta del Ejecutivo, que ofrece su
colaboración desde la banca de concejal para tratar un nuevo proyecto que
contemple una baja en los incrementos propuestos.