El encargado del Cementerio Municipal, Juan Martínez, reconoció su preocupación por la reiteración de hechos delictivos y vandálicos ocurridos en la zona en los últimos meses.
Martínez confirmó que el viernes, cuando llegaron al lugar, se encontraron con numerosas bóvedas que tenían sus puertas forzadas. Pese a ello, no se registraron robos de importancia (con excepción de algunos artículos de limpieza) ni daños significativos, a diferencia de anteriores ocasiones.
El Comisario Dante Paolini, Jefe Distrital, adelantó que se diagramó una orden de servicio para ese sector de la ciudad: “Queremos contar con la seguridad que tenemos que tener. Hay un diagrama de trabajo dispuesto, que incluye gente a pie, mayor intensidad de las recorridas, con control horario para el paso de los patrulleros, y la colaboración de los vecinos”.
Martínez explicó, sin embargo, que los vándalos “entran por el tapial” y consideró que “hay que levantarlo a la altura de las bóvedas”.
“Me dijo Restelli que íbamos a empezar a trabajar en eso” explicó. “Si entran van a entrar por el frente y con menos personal de seguridad, el tema se puede manejar” evaluó, sobre las obras a realizarse.
Tras los robos y asaltos, sumados a los destrozos, las autoridades municipales dispusieron que un empleado de seguridad custodie el predio entre las 12 y las 15, horario de descanso de los trabajadores del área. Sin embargo, desde las 18, cuando éstos se retiran definitivamente, hasta el día siguiente, los delitos se suceden.
Para el empleado, la custodia del Cementerio requeriría, al menos, de cuatro personas, en dos turnos rotativos.