La
Sociedad Rural de San Pedro emitió un nuevo comunicado en el que expresa su
posición política sobre temas de la realidad nacional y local.
En
este caso, en relación a las inundaciones que afectaron a la ciudad de La
Plata, luego de una tormenta en la que cayeron más de 400 milímetros, la
entidad presidida por Raúl Victores sostiene que “nuestra patria se ha
convertido en un patio minado, en una trampa mortal en la que rige el “sálvese
quien pueda”.
Bajo
el título “Ineptitud criminal, relato y a esperar a que el tiempo pase...”,
este es el texto completo:
“Los argentinos tenemos fama de adaptarnos a
cualquier circunstancia. De superar tragedias, explosiones e implosiones. Esa
misma condición que en muchos casos nos ha permitido salir adelante, también es
un fabuloso colchón que amortigua las responsabilidades y las obligaciones no
asumidas por parte de quienes, se postulan, compiten, asumen y cobran,
declamando que "sólo los moviliza servir a los demás".
Hagamos
un ejercicio de memoria simple, no para reescribir la parte de la historia que
no nos gusta (como está de moda ahora), sino sólo para refrescar casos
recientes. Ya olvidamos los nombres por los que se han organizado infinidad de
marchas contra la inseguridad. Olvidamos los nombres, y aquello que para los
medios parecía una bisagra nacional, ha quedado en el olvido. La inseguridad,
sigue diciendo presente.
Los
casos de muertes por negligencias o fatalidades inducidas son muchos. Desde
Cromañón para adelante y para atrás. Desde la Tragedia de Once hacia arriba y
hacia abajo.
Hemos
marchado a las rutas para homenajear a familias despedazadas por accidentes
ocasionados por el abandono. Eso también pasó.
Ahora
la inundación y sobre el dolor de las pérdidas, el vergonzoso espectáculo de
los medios de comunicación y los referentes políticos jugando "a la
cabeza" como en la playa, con una pelota que se arma con nuestros gajos.
Hablar,
hablar y hablar no resuelve los problemas. Probablemente escribir, como lo
hacemos desde nuestra entidad, tampoco. Pero, ¿qué hacemos? Aceptamos que un
problema de mañana, y otro de la semana que viene, irán enterrando los de los
últimos días?
Nuestra
patria se ha convertido en un campo minado, en una trampa mortal en la que rige
el sálvese quien pueda. Y la solidaridad, que surge como un valor sano de todos
los argentinos, también se pegotea con el armado político que se sigue
empeñando en descuartizar cualquier posibilidad de sentido común y neutralidad.
Cuestionamos cualquier
aprovechamiento sectorial de esta situación y como entidad representante de un
puñado de argentinos que con sus fortalezas y debilidades, seguimos apostando
al trabajo y al esfuerzo, sólo queremos compartir este llamado a la reflexión.
¿Hasta Cuándo? Lamentablemente, está claro que nadie tiene la respuesta”.