Rodolfo Romero, dijo hoy, a través de
APA Radio San Pedro, que “no hay ningún justificativo” para que la suspensión
por 60 días se haya extendido por un año.
Romero, junto a Diego Belessi, fueron
sumariados luego de una supuesta persecución a una moto, que luego impactó a un
tercer vehículo. A raíz de esa situación, un joven sufrió graves lesiones en el
cráneo.
“Nosotros estábamos trabajando cuando
pasó esto, pero jamás vino nadie a preguntarnos cómo estábamos psicológicamente.
Estamos mal porque tenemos nuestras familias. Lo único que pedimos es trabajar
y que nos reincorporen al trabajo. Nosotros somos completamente inocentes de lo
que habla la sociedad, y la Justicia nos llamó solo como testigos, y gracias a
nosotros, por la rápida actuación, fue atendido rápidamente el muchacho”
sostuvo Romero.
Luego de presentarse esta mañana, a
trabajar en las oficinas de calle Liniers, no recibieron ninguna respuesta
sobre cuál será el lugar que ocuparán de ahora en más.
“Lo que vale es la Justicia y la Ley está
diciendo que no tenemos ningún problema. En realidad, el que está a cargo de
Protección Ciudadana es Molina pero está con parte de enfermo, y está Barrios que
es otro inspector, supuestamente a cargo del área, pero no tenemos órdnes. Es
todo medio turbio porque unos se tiran la bola con otros, y nadie tiene nada
que ver” agregó el empleado municipal.
El hecho
Lo sucedido en la madrugada del 14 de
abril del año pasado sigue generando numerosos reclamos de los familiares de
Maximiliano Espíndola para con los inspectores.
Este es el relato de Romero: “Hacemos el
cierre del boliche, venimos cruzando por Mitre, y vemos a dos sujetos que
empiezan a hacer explosiones con escape libre mirando para atrás, y que no
llevaban casco. Presumimos que estaban en estado de ebriedad, porque hacían
zigzag con la moto. Tocamos la sirena y se dan a la fuga. Llegan a la puerta de
la Escuela Normal doblan en contramano y después escuchamos el choque. Nosotros
estábamos como a cinco cuadras”.
Sobre esa actuación, y luego de que el
titular del área en ese momento (Raúl Manchone) renunciara a su cargo pocas
semanas después, el empleado aclara: “Nosotros no teníamos ninguna orden de
hacer ninguna persecución a nadie, teníamos que patrullar y nada más, y
resolver sin ser policías para tomar ninguna medida como arrestar o detener,
somos para prevenir la noche. El pibe se da a la fuga porque tocamos la sirena,
se habrá hecho el bocho de que le
íbamos a sacar la moto porque iba con escape libre. A esa hora lo único que
íbamos a hacer era decirle que se deje de joder y se vaya a dormir”.