El intenso frío sobre la región provocó que el
movimiento en los campings de la ciudad sea escaso durante las primeras horas
del fin de semana largo por el feriado del Día de la Bandera.
Hasta el mediodía del viernes, apenas 20 carpas
se habían alojado en el predio del Balneario Municipal.
El lugar comenzó a ser administrado por la
Asociación de Bomberos Voluntarios, que podría permanecer a cargo durante los
próximos 10 meses, hasta la Semana Santa del año próximo, si es que lo autoriza
el Concejo Deliberante.
Un dato de color, pero ilustrativo, es que hasta
las 10 del viernes, la cantina no había trabajado, posiblemente como
consecuencia de las bajas temperaturas y las heladas que claramente afectaron
todo el espacio público costero.
La expectativa de los bomberos estaba dada en
la posibilidad de que el flujo de transeúntes (visitantes de un solo día, que
no acampan) se intensifique durante los días Sábado y Domingo.
El resto de los balnearios y campings de la
costa presentaban panoramas similares, con la excepción de algunos contingentes
especiales llegados a última hora del jueves.