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Informe agencia Telam, fotos "Baradero te informa" |
Familiares de un comisario
inspector de la Policía bonaerense hallado muerto en 2011, en un camino rural
del partido de Baradero, denunciaron que fue asesinado por descubrir un caso de
corrupción policial y no en un accidente al caer de su bicicleta como lo
consideró la Justicia.
Se trata de Sergio Daniel Núñez (45), quien
estaba a cargo de la jefatura comunal de Capilla del Señor y a punto de ser
ascendido como jefe Departamental de Exaltación de la Cruz.
El hermano de la víctima,
Néstor Núñez, dijo a Télam que hace más de dos años que espera que “la Justicia
asuma que fue un crimen, cometido por piratas del asfalto en connivencia con
policías, y comience a buscar a los responsables”.
El hecho ocurrió el 22 de
enero de 2011, alrededor de las 15, cuando el comisario inspector iba en una
bicicleta de color verde por el Camino Real Bajo Alsina, sentido Baradero.
Según la investigación que en
primera instancia estuvo a cargo del ayudante fiscal de Baradero, Norberto Raúl
Masciarelli, a la altura de la estancia Los Alamos se rompió la horquilla de la
bicicleta debido al óxido que tenía y se desprendió el manubrio del resto del
rodado.
Núñez cayó del vehículo y
golpeó su cabeza contra el piso, en ese entonces de tierra, por lo que murió
casi en el acto como consecuencia de las lesiones sufridas.
Sin embargo, desde un primer
momento, la familia de la víctima no creyó esa hipótesis debido a la falta de
pruebas para que sea comprobada.
“A mi hermano lo mataron a
palazos, entre cuatro y cinco personas se bajaron de un auto y lo rodearon.
Forcejeó con alguno de ellos estando parado pero lo golpearon en la cabeza
varias veces”, afirmó el hermano, quien agregó: “Descubrió algo muy groso y lo
asesinaron personas que él conocía”.
Según la autopsia realizada
por el médico forense José Dubini, Núñez tuvo un “trauma a nivel macizo óseo
cráneo facial con múltiples fracturas de la bóveda craneana y de la estructura
del rostro y ambos maxilares”.
“Esto implica la acción de una
fuerza inercial de gran magnitud sobre el cuerpo, que detiene su trayecto sobre
una superficie plana o escasamente irregular”, detalló en el informe.
Además, según Dubini “la
víctima no llegó a soltar sus manos para intentar defensa con la cara palmar de
las mismas”, por lo que para él no hubo “lesiones de lucha o defensivas que den
idea de agresión o defensa en relación con el mecanismo y momento del hecho”.
De esta manera, el médico
forense dictaminó que la manera de la muerte del comisario inspector fue “accidental”.
“¿Cómo pudo haber sido un
accidente si en las manos encontraron un mechón de pelos que misteriosamente
nunca fue secuestrado? ¿Se los arrancó él mismo? No creo porque, según Dubini,
no soltó las manos del manubrio. Aparte tenía que venir muy rápido pero la
bicicleta no voló y el cuerpo quedó en el mismo lugar”, señaló Néstor Nuñez.
En tanto, fuentes de la
fiscalía de Baradero dijeron a Télam que “todavía no puede descartarse ninguna
de las dos hipótesis porque hay elementos probatorios que sostienen a ambas”.
Ante las dudas de la familia,
hubo una segunda autopsia realizada cinco meses después por el médico forense
Manuel Armando Caro, quien dijo en su informe que “si bien no puede descartar
la forma accidental” tampoco puede descartar la participación de terceros.
Para el perito, “las fracturas
del maxilar inferior y superior fueron dos impactos diferentes y no obedecen al
mismo plano”.
“El maxilar es un hueso
compacto y duro que tiene que recibir un impacto de gran violencia para poder
fracturarse”, puntualizó Caro al ampliar la explicación del resultado de la
autopsia.
Además, Caro dijo que “no
sería probable la multiplicidad de fracturas al caer en un camino de tierra
consolidado pero sin superficies irregulares o con piedras salientes”.
Entonces, para el médico
forense, eso “pudo haber sido producido por algún objeto duro de bordes romos”.
“Mi hermano supuestamente cayó
del lado izquierdo pero se fracturó el lado derecho, entonces la hipótesis del
accidente no cierra por ningún lado”, afirmó el hermano de la víctima.
En la segunda autopsia, el
forense Caro tomó por primera vez restos de cabellos que la víctima tenía en
las uñas para que sean cotejados con los del comisario y, en caso que no
pertenecieran a él, corroborar la existencia de que hubo una agresión.
Sin embargo, los resultados no
arrojaron certezas, por lo que el abogado Jorge Lima, representante de la
familia Nuñez, pedirá una segunda prueba de ADN.
El hermano del comisario
afirmó que la versión del accidente fue “derribada” por la segunda autopsia,
por lo que exige al actual fiscal de Baradero, Carlos Granda, quien ahora está
a cargo de la investigación, que cambie la caratula de “averiguación causales
de muerte” por la de “homicidio calificado”.
“Mi hermano vivió pensando en la Justicia pero ahora
ella le da la espalda y no investiga su propio homicidio”, se lamentó Néstor.