Leandro Chávez, el
santalucense de 32 años que ocultaba a la niña Katherine Espinosa, se encuentra
a disposición de la Justicia.
Lo más sorprendente del
conmocionante caso que terminó con el procedimiento de la DDI que permitió
rescatar a la menor en Santa Lucía, es que Chávez habría dicho ante la policía ser “la
pareja” de la niña y que tenía pensado iniciar los trámites para oficializar un
concubinato.
En las próximas horas, se
conocerían los resultados de las pericias médicas a Katherine.
El contacto inicial entre las
dos personas se habría producido a través de una red social.
Vale recordar que en la tarde
del domingo último la nena de 12 años había avisado en su casa de Brandsen que
iba al centro de esa ciudad para cargar la tarjeta SUBE. Pero nunca regresó y
su paradero ahora era un verdadero misterio. Sus familiares vivían desde
entonces horas de creciente angustia y desesperación. Y pese a que habían salido
a buscarla, al igual que toda la Policía de ese distrito, los rastrillajes no arrojaban
los resultados deseados.
La desconcertante ausencia de
Katherine Ayelén Espinosa Santanelli, provocó además una fuerte conmoción en
toda la población de Brandsen.
El hermano de la adolescente
desaparecida, Gonzalo Gómez, contó a los medios que “se fue de casa a las 18.00
del domingo. Dijo que era para cargar la tarjeta SUBE. Y desde ese momento no
la vimos más. Lo raro es que nunca se alejó de casa más de dos ó tres horas y
para ir a visitar a alguna amiga del barrio”, señaló.
Cuando se le consultó si la
menor podría haber tomado la decisión de ausentarse prolongadamente de su hogar
por algún conflicto familiar o escolar, su hermano desestimó esa posibilidad.
“En casa vive con nuestra
madre, mi señora y yo. No tenemos ningún problema, y ella tampoco lo tiene en
la Escuela Nº 8 a la que concurre, porque es muy responsable y anda bien en
todas las materias”, destacó.
Sin embargo, el muchacho
reveló que Katherine, antes de ausentarse de su casa, “le dijo a unas
compañeritas que se iba a fugar de su hogar. Pero no les confesó el motivo”.
Hasta ayer no había noticias
sobre la niña pese a rastrillajes por los barrios y las fotos en Facebook que
subió la familia, acompañadas por números telefónicos para quienes puedan
aportar datos esclarecedores, desde la Estación de Policía Comunal de Brandsen
se puso al tanto de la situación al ministerio de Justicia y Seguridad
bonaerense.
Al momento de ausentarse de su
casa vestía una campera polar roja, jeans azul oscuro, zapatillas negras y
cordones de color fucsia. La niña mide 1,54 de estatura, unos 50 kilos, tez
blanca, ojos marrones, cabellos largos de castaño claro, con flequillo.
Su hermano la definió como una
adolescente “muy madura para su edad” y sostuvo además que “es de hablar todo
el día, pero cuando tiene un problema es introvertida”.