Descubren el fósil de un bagre de 200.000 años de antigüedad

Un equipo del Museo Paleontológico de San Pedro realizó un nuevo hallazgo de gran relevancia en el yacimiento de “Campo Spósito”: el fósil de un bagre de 200.000 años. La pieza, parte del cráneo del pez, fue descubierta durante tareas de muestreo en el Bajo del Tala que realizaban  José Luis Aguilar (Director del Museo Paleontológico de San Pedro), la Dra. Analía Forasiepi (IANIGLA-CONICET) y el Sr. Damián Voglino (el primero en observar el fósil en el terreno),  Este nuevo descubrimiento refuerza la teoría de que la zona fue un río prehistórico, lo que abre nuevas perspectivas para comprender la fauna y el ecosistema de la región durante el Pleistoceno medio. El pequeño hueso, de apenas 2 centímetros, proporciona valiosa información sobre las características del curso de agua y las especies que lo habitaban.

Solmi creó un producto “antigraffiti” que ya es utilizado en los subtes de la ciudad de Buenos Aires

Fotos e información www.clarin.com 
Los subtes pintados con enormes graffitis ya son una postal que asumimos como “normal” en la Ciudad de Buenos Aires. Pero esto empezará a cambiar en los próximos días, ya que con un producto creado en San Pedro, se remueven estos dibujos con facilidad, sin dañar la pintura original de los vagones.
Víctor Solmi, el dueño de la empresa que creó este nuevo producto antigraffiti, explicó al diario “Clarín” cómo funciona y qué características tiene. 

“Lo desarrollamos en tres meses, siguiendo algunas pautas que nos marcó Sbase (Subterráneos de Buenos Aires): que respetara la pintura original de los vagones, que no contaminara el ambiente y que limpiara el graffiti sin que caigan restos al piso. Nuestro producto cumple con estas tres condiciones”.
Pero astuto, y para evitar competencia en el mercado, evitó develar la fórmula utilizada para crear este producto que permite quitar los graffitis con gran facilidad: “ese es nuestro secreto”, expresó.
“Los solventes disuelven todo, nuestro producto no. Diferencia el graffiti de la pintura original, porque tiene una composición distinta. El graffiti se vuelve una especie de piel de gallina y después lo levantamos con una espátula o hasta con la mano y nos lo llevamos en un frasco”, explicó Solmi y agregó: “Luego se aplica el producto con rodillos y en segundos se forma una capa protectora transparente. Si vuelven a pintar el vagón, se lo puede limpiar fácilmente con un trapo con alcohol”.

Ya se han limpiado 36 formaciones, y para fin de año se espera que no quede una sola formación con estas pintadas de grupos marginales que dejan su sello con extraños símbolos en el transporte público.