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Foto "El Ciudadano Web" |
El ataque de palometas que
generó diversas lesiones a más de 60 personas en un balneario de la zona norte
de la ciudad de Rosario activó el alerta en nuestra zona.
En San Pedro también se denunció la presencia de rayas que lastimaron a bañistas en la costa.
Ambientalistas señalaron que
el calor que incentiva la actividad biológica de las especies y la bajante de
la cuenca del Paraná (está más de un metro por debajo de su nivel habitual),
crearían un escenario propicio para que las palometas naden y busquen alimento.
El médico veterinario Juan
Enrique Romero dijo que "su aparición, en principio, tiene que ver con
determinado tipo de condiciones: el agua cálida y el movimiento de gente que se
sumerge en el agua por un calor extra son generadores de condiciones naturales
para que el animal esté en ese lugar y ataque".
El Instituto Nacional de
Limnología (INALI) detalló que existen muchas especies de palometas, pero las
que aparecen en la zona del ataque son las
pilopleura, conocida como piraña, palometa brava o palometa brillante; y
la nattereri, llamada palometa mora o palometa pacusa.
Especialistas ambientales
también deslizaron que la pesca indiscriminada podría haber alterado la cadena
alimentaria y esto provocó que la palometa se multiplicara y saliera a comer
"lo que encuentra".
Esta hipótesis no fue
descartada por el doctor Romero, quien en declaraciones a Radio 10 señaló:
"El predador natural de las palometas puede ser el dorado, pero hay
escasez por las represas y por todas las modificaciones que ha hecho el ser
humano".
Por su parte, Gabriela
Quintanilla (Subsecretaria de Salud Pública de la Municipalidad de Rosario),
afirmó: "Las palometas vienen en cardumen y, según los biólogos, el ataque
de estos peces dura pocas horas y se produce por el calentamiento del
agua".
La persona que ha sido mordida
por este animal debe cumplir con ciertos cuidados vinculados a la desinfección
de la herida. Además, los médicos deben evaluar su inmunización, sobre todo
antitetánica.
Las rayas
Un problema de esta época son las chuzas de rayas en el río, que vienen ocurriendo en la ciudad en los
últimos años. “En Rosario no son infrecuentes. Existe una familia de rayas
(Potamotrygonidae) que es esencialmente de agua dulce, habitando ríos de
América del Sur, entre ellos el Paraná”, dice el jefe del Sertox.
El síntoma predominante
consiste en dolor inmediato, descripto como agudo y punzante, que aumenta en la
hora y media siguiente y se irradia hasta afectar toda la pierna. Debido a los
frecuentes “pinchazos” por cascos de botellas, latas u otros objetos
abandonados en las orillas del río, se subraya la intensidad del dolor como una
ayuda para el diagnóstico diferencial, agrega.
La mayoría de las heridas
ocurren en bañistas, cuando se dirigen al agua o salen de ella e
inadvertidamente pisan el disco. Para defenderse el animal despide el aguijón
de su cola, que penetra en el pie o la pierna. La púa (en forma de punta de
flecha) perfora la piel y tejidos adyacentes con facilidad, pero su forma hace
díficil la extracción, porque las sierras del aguijón desgarran el tejido a
medida que salen; en este proceso la envoltura de la púa se rompe y se libera
el veneno.
Ante una picadura de raya
sugieren poner agua fría limpia en la herida para su irrigación inmediata.
Luego, si se visualiza la envoltura de la púa, se la extrae, porque mientras
mayor tiempo permanezca en la herida más veneno libera. Una vez limpia, se
sumerge la extremidad durante 30 minutos en agua tan caliente como pueda
soportarse. El calor es importante porque la toxina se inactiva con el mismo.
En el tratamiento médico posterior, completar la
limpieza de la herida y suturarla si fuese necesario. Puede ser necesario
administrar toxoide tetánico (antitetánica) y antibióticos. Para evitar estos
accidentes se aconseja no pisar al entrar al río sino arrastrar los pies.