Un auto secuestrado
durante un procedimiento de rutina fue retirado sin autorización del depósito
judicial por el mismo conductor infraccionado, lo que dio origen a un
allanamiento ordenado por la Justicia.
Todo comenzó con el control realizado
en la vía pública, en el que se constató que el conductor de un Ford Falcon tenía
un nivel de alcohol en sangra superior al permitido.
El infraccionado se negó a
entregar las llaves del vehículo, que fue trasladado al depósito judicial con
una grúa.
Horas más tarde, el sargento
encargado de la custodia del predio constató que el vehículo no estaba en su
lugar.
Por orden del Juzgado de
Garantías 2, a cargo del Dr. Ricardo Luis Pratti, otorgó una orden de
allanamiento que se cumplimentó en un domicilio de calle Caroni, de donde la
policía secuestró la documentación del automóvil. A partir de averiguaciones
posteriores se determinó que en un galpón en construcción ubicado al lado de la
vivienda allanada, se encontraba el vehículo robado del depósito municipal.
Un allanamiento de emergencia, autorizado por la Justicia,
permitió recuperar el Falcon.