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| La nota de InfoCielo |
La concejal Cecilia Vásquez
reiteró a La Radio sus declaraciones sobre la posible incorporación del
Intendente Guacone al Frente Renovador.
Vásquez había señalado al portal “InfoCielo”
que esperan a Guacone “con los brazos abiertos”.
La sorpresiva declaración se
enmarca en una nota sobre un virtual acercamiento futuro de Guacone al sector
de Sergio Massa.
“Sofocado a través de la vía
judicial el frente ígneo provocado por el intento de destituirlo que movilizó
el Concejo Deliberante, la sombra de una “intervención” movilizó a Guacone a
buscar respaldo en el Gobierno de Daniel Scioli, y a parar la oreja ante el
llamado de la sirena del Frente Renovador” comienza la nota, que reproducimos a
continuación.
“La situación institucional de Guacone es por demás compleja: en el
Concejo Deliberante, sólo Dalmy Butti, sobre una nómina de 19 ediles, se
mantiene fiel al Ejecutivo, luego de que el Frente para la Victoria, en un
movimiento calculado y homogéneo tirara el achique para dejarlo en off side.
Por lo demás, no pareciera estar en condiciones de mostrar avances en
la gestión: acumula un prolongado déficit financiero, recurrentes tirones de
oreja de parte del Tribunal de Cuentas, y los soldados en el Gabinete también
caen: hoy renunció el Secretario de Obras Públicas, Hugo Días, por prescripción
médica y luego de sufrir un pico de presión.
Una aparición pública de Julio Pángaro, funcionario de Jefatura de
Gabinete y ex intendente del distrito, metió más presión a la olla. En una
entrevista publicada por La Opinión de San Pedro, atribuyó al municipio “una
falta de conducción absoluta”, consideró “un error” haber apoyado la
candidatura de Guacone en 2011 y auguró, sombrío, respecto del cuadro: “Esto
explota”.
Así, Pángaro encendió una nueva mecha, y desató los rumores en torno a
una posible “intervención” del municipio a manos del Gobierno provincial, una
idea que se desvanece en el aire cuando se repara en el cuidado institucional
que prodiga Daniel Scioli a los municipios, y que, sin embargo, tuvo amplia
repercusión en los corrillos políticos locales.
Esa bajada de línea sciolista tuvo su correlato en la reunión que
Guacone mantuvo con funcionarios del Ministerio de Gobierno bonaerense, esta
misma semana, en la que se trasladó al intendente el respaldo institucional de
la Provincia, tal como lo tuvieron, a su tiempo, otros intendentes jaqueados,
por caso Horacio Tellechea (Necochea) o José Inza (Azul).
El dardo lanzado por Pángaro podría volvérsele en contra. No sólo el
oficialismo, sino también voces de la oposición, empiezan a cuestionar que un
funcionario de alto rango y dilatada trayectoria, con asiento en el Gobierno
Provincial, se permita dichos de ese talante.
La visita de Guacone a La Plata sirvió, además, para agilizar las
gestiones del intendente en las diversas áreas de Gobierno provincial, de
manera que pueda mostrar gestión y conseguir así el aire que le es
indispensable para continuar al frente de Gobierno en los largos meses que le
quedan frente al municipio hasta diciembre de 2015.
En la vereda del frente, el massismo afila el hacha y hace cuentas. Por
un lado, estudia la posibilidad de iniciar juicio político a la Jueza María
Isabel Fulghieri, que dictó el amparo solicitado por el Ejecutivo para congelar
las actuaciones de una comisión investigadora que inevitablemente dictaría la
destitución de Guacone, y que sostiene la gobernabilidad hasta el día de hoy.
En tanto, no abandona la expectativa de sumar a Guacone a sus filas.
“Lo esperamos con los brazos abiertos”, dijo a este portal la concejal Cecilia
Vázquez, del Frente Renovador. A nadie escapa que el massismo exhibe cada uno
de los intendentes que conquista como un trofeo, y que el leit motiv tiene más
asiento en la cantidad que en la calidad de esos nombres.
Guacone, por su parte, dio en La Plata señales de una pertenencia a
ultranza al Frente para la Victoria, que lo abandonó en su pago chico. Sin
embargo, hay antecedentes de acercamientos al líder del Frente Renovador, a
través del hoy diputado Daniel Monfasani, con quien mantuvo un “acuerdo de
Gobernabilidad” durante el principio de su mandato, y que facilitó encuentros
"cara a cara" con el propio Sergio Massa. Incluso después de la
creación del Frente Renovador y de su ruptura con el kirchnerismo”.
